La balanza comercial argentina logra un superávit de casi USD 20.000 millones en 2024
El superávit alcanzó los USD 18.899 millones, el nivel más alto en registros, impulsado por un crecimiento de las exportaciones del agro y el sector energético, mientras que las importaciones cayeron por la recesión.
Por redacción
La balanza comercial argentina dejó un saldo positivo cercano a los USD 20.000 millones para el año 2024, de acuerdo a los datos publicados el viernes por el INDEC. Este superávit comercial alcanzó en diciembre un resultado favorable de USD 1.666 millones, marcando el 13° mes consecutivo con cifras positivas. Según el informe, este resultado se debe a un aumento en las exportaciones, impulsadas por el agro y el sector energético, a pesar de una caída en las importaciones debido a la recesión económica y demoras en los pagos durante los primeros meses del año.
El economista Martín Carro resaltó la importancia del superávit, aunque advirtió que gran parte de este se debió a la reducción de las importaciones. “Lo que ocurrió en el intercambio de bienes fue distinto a lo que pasó en el comercio de servicios”, afirmó, subrayando que la balanza comercial de servicios mantuvo un saldo negativo. Además, comentó que el superávit no se traduce automáticamente en un incremento de las reservas del Banco Central, ya que una parte debe ser liquidada al mercado de capitales por el denominado dólar “blend”.
En términos de exportaciones, estas alcanzaron los USD 79.721 millones, una mejora del 19,4% en comparación con 2023, representando así la segunda cifra nominal más alta de la historia. Sin embargo, las importaciones sufrieron un fuerte retroceso del 17,5%, cerrando en USD 60.822 millones, la más baja en relación al PBI desde 2015, según la consultora Abeceb.
Los productos que más contribuyeron al superávit comercial fueron las manufacturas de origen agropecuario y los productos primarios, que aumentaron un 24,6% y 27%, respectivamente. Dentro de este segmento, la soja y sus derivados jugaron un papel clave, con un incremento de más de USD 5.700 millones en comparación al año anterior. El sector energético también dio un gran empuje, logrando cumplir con la saturación de la producción gracias al desarrollo de Vaca Muerta, permitiendo la exportación de hidrocarburos adicionales que se estimaron en USD 1.600 millones.
Por el lado de las importaciones, las compras de bienes intermedios cayeron un 19,1%, en el rubro de porotos de soja. La contracción en la demanda interna y la distorsionada cadena de pagos complicaron la llegada de insumos para la industria electrónica. En cuanto a los principales socios comerciales, Brasil lideró tanto en exportaciones como en importaciones, aunque con un saldo deficitario que mejoró significativamente en comparación al año anterior.
Sin embargo, las proyecciones para 2025 son menos optimistas. Carro advierte que, si bien se pueden esperar aumentos en el sector energético, probablemente no serán suficientes para igualar el crecimiento de las importaciones. Desde Abeceb estiman que las exportaciones continuarán su crecimiento con un incremento del 7% respaldado por una buena cosecha, pero también anticipan un auge del 16% en las importaciones, en línea con la recuperación económica y la apertura comercial. Para el próximo año, estiman que el saldo se mantendrá positivo, ubicándose entre USD 14.000 y USD 15.000 millones.