Los malos hábitos que elevan el azúcar en sangre al desayunar

El desayuno es fundamental para iniciar el día con vitalidad. Sin embargo, muchas elecciones erróneas pueden provocar picos de glucemia. Conoce qué alimentos incluir y cuáles evitar para optimizar tu desayuno y cuidar tu salud.

Por redacción

Lunes 27 de enero del 2025 a las 3:44 pm

 

El antiguo refrán que dice "desayuna como rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo" nos recuerda la importancia de distribuir nuestras calorías de manera inteligente a lo largo del día, priorizando un desayuno nutritivo.

 

Según los expertos en salud, el organismo humano asimila mejor los carbohidratos y las grasas en las primeras horas del día, lo que hace que un desayuno copioso no solo sea beneficioso, sino también esencial para optimizar la absorción de nutrientes y el uso de energía.

 

Sin embargo, muchas veces se cometen errores al elegir qué desayunar. Esto puede derivar en peligrosos picos de glucosa en la sangre, un elemento que juega un papel vital en nuestra salud general. Ingerir alimentos repletos de azúcares y carbohidratos refinados, por ejemplo, puede generar un aumento abrupto de la glucosa en el organismo.

 

Alimentos como el pan blanco, las tortas y los cereales procesados son conocidos por su contenido elevado en azúcares y, al ser digeridos rápidamente, desencadenan esos picos de azúcar. Para evitar caer en estas trampas nutricionales, se sugiere sustituir estos productos por otras opciones más saludables.

 

A nivel de carbohidratos, el pan integral y la avena se presentan como mejores alternativas, mientras que incluir frutas y verduras puede sumar nutrientes esenciales. Por otro lado, hay que considerar el aporte proteico en el desayuno.

 

Las proteínas son fundamentales para estabilizar los niveles de azúcar en sangre y proporcionar una sensación prolongada de saciedad. Los especialistas sugieren incluir alimentos como huevos, yogur griego y diversas semillas como chía, lino, sésamo y calabaza en nuestras primeras comidas del día.

 

No se puede dejar de lado la importancia de la fibra. Consumir frutas con piel, verduras y cereales integrales ayuda a ralentizar la digestión y disminuir la absorción de azúcares, lo que contribuye a controlar los niveles de glucosa.

 

Respecto a los jugos de frutas, aunque son relativamente saludables, las versiones industriales suelen tener un alto contenido de azúcar y escasa fibra. La opción recomendada es consumir la fruta entera, de temporada y en trozos, o incluso un batido saludable que combine fruta, yogur griego y semillas.

 

Asimismo, el exceso de azúcares debe ser vigilado, dado que provoca un alza en los niveles de glucosa en sangre. Utilizar edulcorantes naturales como la miel o el xilitol con moderación puede ayudarte a mantener un equilibrio.

 

Finalmente, los especialistas resaltan un grupo de alimentos que deberíamos considerar para un desayuno equilibrado. Estos incluyen: carbohidratos complejos (pan integral, avena, frutas y verduras), proteínas (huevos, salmón ahumado, yogur griego, semillas y frutos secos), grasas saludables (palta, aceite de oliva, frutos secos) y fibra (frutas con piel, verduras, cereales integrales y semillas).

 

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