Moody's recortó la calificación crediticia de importantes bancos estadounidenses
Esta decisión se debe a una serie de factores, incluidos costos de financiamiento más elevados, preocupaciones sobre la fortaleza del capital regulatorio y el incremento de los riesgos relacionados con los préstamos comerciales inmobiliarios.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Moody's recortó la calificación crediticia de diez importantes bancos estadounidenses en respuesta a las crecientes tensiones dentro de la industria financiera. El movimiento afecta a una serie de instituciones de tamaño mediano, resaltando las presiones que enfrenta el sector en medio de condiciones económicas cambiantes.
La agencia de calificación crediticia reveló que las calificaciones de bancos como M&T Bank, Webster Financial, BOK Financial, Old National Bancorp, Pinnacle Financial Partners y Fulton Financial fueron rebajadas. Además, Moody's está considerando una perspectiva "negativa" para otros once prestamistas, entre los que se encuentran PNC Financial Services Group, Capital One Financial, Citizens Financial Group, Fifth Third Bancorp, Regions Financial, Ally Financial, Bank OZK y Huntington Bancshares.
Esta decisión se debe a una serie de factores, incluidos costos de financiamiento más elevados, preocupaciones sobre la fortaleza del capital regulatorio y el incremento de los riesgos relacionados con los préstamos comerciales inmobiliarios. La menor demanda de espacio para oficinas también atentó contra los préstamos inmobiliarios comerciales, lo que aumentó la presión sobre los bancos.
Los expertos señalaron que esta revisión de calificaciones de deuda refleja la preocupación de los inversionistas por las tensiones en la industria bancaria, en medio de un panorama de ajuste monetario que impacta en los costos de financiamiento y en la rentabilidad de los bancos. Además, las tasas más altas están impactando negativamente en el valor de los activos bancarios y dificultando la refinanciación de deudas para los prestatarios de bienes raíces comerciales, lo que a su vez podría debilitar los balances de los prestamistas.
La situación también llevó a algunos bancos a ajustar su enfoque de préstamos para mantener el capital, lo que perjudica el cambio hacia activos más rentables. En particular, los que dependen de depósitos no asegurados se ven más expuestos a estas presiones, especialmente aquellos con altas exposiciones a valores y deudas de tasa fija.