Los indicadores de volatilidad caen a mínimos anuales en todos los mercados

Este aparente sosiego contrasta con un panorama cargado de riesgos: tensiones geopolíticas, inflación persistente y la incertidumbre sobre la política de la Reserva Federal.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 9 horas

Los indicadores de volatilidad en acciones, bonos y divisas se encuentran en sus niveles más bajos de 2024, reflejando una inusual calma en los mercados financieros.

 

El Índice de Volatilidad CBOE (VIX), considerado el “termómetro del miedo” de Wall Street, retrocedió a mínimos desde diciembre. Medidas similares para divisas globales y bonos del Tesoro estadounidense también marcan niveles no vistos en más de un año.

 

Este aparente sosiego contrasta con un panorama cargado de riesgos: tensiones geopolíticas, inflación persistente y la incertidumbre sobre la política de la Reserva Federal (Fed).

 

Según Mohit Kumar, economista jefe de Jefferies, gran parte de la explicación radica en la abundancia de “efectivo inactivo” listo para entrar en el mercado ante caídas, lo que limita ventas masivas.

 

A esto se suma la resistencia de la economía global, que evitó la recesión anticipada tras las reformas comerciales impulsadas por el presidente Donald Trump. El retroceso en sus amenazas arancelarias más duras reforzó la confianza inversora bajo la premisa de que “Trump siempre se acobarda”.

 

El S&P 500 alcanzó un récord esta semana gracias a datos de inflación alentadores y a las expectativas de que la Fed recorte las tasas hasta tres veces este año. Esta perspectiva reduce la volatilidad en el mercado de bonos, según Michael Sneyd, de BNP Paribas. Sin embargo, el ejecutivo advierte que un deterioro del empleo podría alterar el escenario.

 

En este marco, algunos estrategas alertan sobre una posible complacencia. Durante el primer mandato de Trump, el VIX llegó a mínimos históricos en 2017 antes de dispararse a 50 en 2018.

 

Salman Ahmed, de Fidelity International, estima en 20% la probabilidad de una recesión cíclica en Estados Unidos, agravada por el alza de aranceles, el endeudamiento y el elevado gasto fiscal. Esto podría forzar a la Fed a medidas no convencionales, como controlar la curva de rendimiento, con potencial impacto en el mercado de bonos.

 

Aunque el verano suele traer menor actividad, los analistas prevén repuntes puntuales de volatilidad en torno a eventos clave como el informe laboral de Estados Unidos o los resultados de Nvidia en septiembre.

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?