Los bonos estadounidenses ajustados por inflación proyectan una suba de precios
Wall Street está visualizando una inflación interanual del 8,5% para mayo, cuando el pronóstico es del 8,2%.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
En marzo, la inflación estadounidense alcanzó el 8,5% interanual; en abril, retrocedió hasta el 8,2%. Si bien parece que la tendencia es bajista, lo cierto es que Wall Street está proyectando un nuevo incremento.
De acuerdo a la información que se desprende de los precios de los bonos del Tesoro ajustados por inflación (TIPS, por sus siglas en inglés), el equivalente a los bonos CER locales, el índice de precios al consumidor de mayo crecería hasta el 8,5% interanualmente, cuando el consenso es de 8,2%. Para junio y julio, los bonos muestran una tasa de inflación del 8,6%, mientras que para agosto y septiembre crecería hasta el 8,8%. En octubre, los datos marcan un 8%.
Según Edward Moya, analista de mercados en Oanda, si los pronósticos del mercado se cumplen, "un programa de ajuste mucho más agresivo de la Fed comenzaría a cotizar y probablemente veremos más aumentos de tasas de medio punto durante el resto del año". "Obviamente, el mercado de bonos se liquidaría y los inversores tendrían dificultades para mantener los activos de riesgo", agregó el experto.
Aunque gran parte de la inflación estadounidense se debe a la alta emisión monetaria de los últimos años, el aumento de los alimentos y el combustible como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania también impactó negativamente.
Gang Hu, operador de TIPS en WinShore Capital Partners, expresó que "el mercado de renta fija dice que vamos a tener impresiones bastante sólidas durante los próximos cinco a seis meses, y luego el mercado no confía en que vamos a ver un pico en la inflación: no sabe exactamente cuándo va a retroceder la inflación".
La respuesta de la Fed
Para hacerle frente a la inflación, la Fed comenzará a reducir su cartera de activos de casi USD 9 billones. Los analistas de Wells Fargo y Capital Economics coinciden en que, nuevamente, los activos de renta variable como las acciones serán los grandes perjudicados.
Este "ajuste cuantitativo" (QT), que es lo opuesto a la "flexibilización cuantitativa", es básicamente una manera de reducir la oferta de dinero que circula en la economía y de aumentar aún más las tasas de interés de forma predecible.
Al incrementarse los rendimientos ajustados por la inflación, las acciones resultan cada vez menos atractivas, lo que incita a los inversores a desprenderse de su tenencia y, como resultado, las cotizaciones caen por la suba de la oferta.
De acuerdo al estudio de Wells Fargo, el balance de la Fed podría reducirse en casi USD 1,5 billones para finales de 2023 hasta los USD 7,5 billones. Y si el QT continúa como se espera, "esta reducción de USD 1,5 billones en el balance general podría ser equivalente a otros 75 a 100 puntos básicos de ajuste", detallaron los expertos de la entidad financiera, por lo que se proyecta que la tasa de fondos federales sea de entre 3,25% y 3,5%.
