La FED dejó sin cambios la tasa de interés pero con disidencias internas

Por primera vez desde 1993, dos gobernadores votaron en contra de la decisión de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés estables. La grieta interna mete ruido en los mercados y deja a Jerome Powell bajo análisis.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 20 horas

La Reserva Federal de Estados Unidos decidió este miércoles mantener la tasa de referencia en el rango de 4,25% a 4,5%, pero la noticia no fue el anuncio en sí, sino lo que pasó puertas adentro: dos gobernadores, Michelle Bowman y Christopher Waller, se rebelaron y pidieron un recorte de 25 puntos básicos. Fue la primera doble disidencia en más de 30 años y dejó expuesta la tensión que se vive en el organismo.

 

Bowman y Waller, ambos nombrados por Donald Trump, no están solos. La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, también se inclinó públicamente por recortes anticipados, argumentando que la economía podría enfriarse más de la cuenta si se mantienen las tasas altas por demasiado tiempo. Powell, en cambio, insiste en ir despacio. Cree que la economía aún tiene resto y que hay que esperar señales más claras sobre si la inflación —impulsada en parte por los aranceles— es pasajera o llegó para quedarse.

 

Por ahora, los datos le dan la razón a Powell: el PBI creció un 3% en el segundo trimestre, bastante más que el 2,3% que esperaba el mercado. Y aunque la inflación todavía supera el 2% que la Fed tiene como objetivo, está lejos del 4,2% que se vio el año pasado.

De todas formas, la pelea por la orientación de la política monetaria no está cerrada. Powell hablará en conferencia de prensa esta tarde y se espera que intente calmar las aguas, pero con el reporte de empleo y la inflación a la vuelta de la esquina, difícilmente se juegue a dar definiciones fuertes. El verdadero plato fuerte podría llegar recién en el simposio de Jackson Hole en agosto, donde el presidente de la Fed suele dejar pistas sobre lo que viene.

 

La división interna ya preocupa a los inversores. Si bien Wall Street no se movió demasiado tras el anuncio, la sensación es que la Fed está entrando en una etapa de mayor debate y que cada dato que se publique puede inclinar la balanza para uno u otro lado. Powell, fiel a su estilo que intenta mantener la calma, sabe que la presión política y del mercado no va a aflojar

 

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