Bank of America aconseja cambiar bonos por materias primas: el motivo
Los estrategas del banco destacaron que los rendimientos anualizados de las materias primas desde el inicio de la década siguen oscilando entre el 10% y el 14%.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
A lo largo de la historia, muchos inversores obtuvieron grandes beneficios con baja volatilidad mediante una cartera 60/40 compuesta en un 60% por acciones y un 40% por bonos. No obstante, ahora Bank of America aconseja cambiar los títulos de renta fija por materias primas.
De acuerdo a un equipo de estrategas liderado por Jared Woodard y Michael Hartnett, las materias primas pueden ser una mejor apuesta en un entorno de inflación elevada prolongada. "El mercado alcista de los commodities recién está comenzando", afirmaron los especialistas, quienes agregaron que esta clase de activos es "mejor que los bonos en la década de 2020".
Los precios de los productos básicos tuvieron problemas para recuperarse después de alcanzar su punto máximo en 2022, en un contexto de preocupaciones sobre una recesión global y el estancamiento del crecimiento económico en China.
Sin embargo, los estrategas del banco destacaron que los rendimientos anualizados desde el inicio de la década siguen oscilando entre el 10% y el 14%. En contraste, los bonos del Tesoro estadounidense a 30 años generaron pérdidas cercanas al 40% para los inversores en los últimos cuatro años.
"El mercado alcista secular de las materias primas en la década de 2020 recién está comenzando, ya que la deuda, los déficits, la demografía, la globalización inversa, la inteligencia artificial y las políticas de cero emisiones netas son todas inflacionarias", relataron los expertos en su reporte.
De todas formas, vale la pena señalar que, en conjunto, las acciones y los bonos globales subieron alrededor de un 16% en 2024 y se encaminan a cerrar su segundo año consecutivo de ganancias. Además, los bonos todavía representan la mejor cobertura contra un posible escenario de aterrizaje brusco para la economía de Estados Unidos.