Rusia - EEUU: las claves del conflicto en Ucrania

La movilización de tropas y armamentos rusos a la frontera con Ucrania marcó el inicio del conflicto más importante en al región en los últimos años. Como señalan altos funcionarios de la Unión Europea, "Europa está más cerca de la guerra ahora de lo que ha estado desde la desintegración de la antigua Yugoslavia". En este sentido, si bien son pocos los que creen que Moscú tenga el poder militar y económico para tomar una drástica decisión, los temores por una invasión continúan presentes en los países.

Claves para entender la escalada de tensiones

Sin lugar a duda la tensa relación entre Ucrania y Rusia tiene larga data. En esta línea, el primer país es una antigua república soviética, lo cual supone profundos alzos sociales y culturales con el Kremlin. Ejemplo de esto es el hecho de que alrededor del 17% de la población se identifica con la etnia rusa, y para un tercio ese es su idioma nativo. No obstante, cuando los ucranianos depusieron a su presidente prorruso a principios de 2014, Rusia decidió anexar la península de Crimea y respaldar a los separatistas, quienes tienen una importante dominio de extensiones al este de Ucrania.

De esta manera, desde hace más de cinco años la relación entre ambos estados es conflictiva, controlando con recelo diariamente el accionar del otro. Ahora, en este contexto, Moscú decidió movilizar una gran cantidad de soldados. A pesar de que Rusia niegue estar planeando una invasión, los más de 100.000 soldados desplegados cerca de la frontera mantienen en vilo al Gobierno ucraniano. Después de todo, el presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó con "apropiadas medidas técnico-militares de represalia" si continúa lo que él llama el enfoque agresivo de Occidente.

En este sentido, el Kremlin acusa a Estados Unidos, principalmente, y al resto de los miembros de la OTAN de “inyectar” Ucrania con armas. Por esta razón, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei, Ryabkov, que "para nosotros es absolutamente obligatorio garantizar que Ucrania nunca, nunca, se convierta en miembro de la OTAN".

De acuerdo con la postura rusa, la alianza debería regresar a las fronteras que tenía antes de 1997. En otras palabras, poner fin a al expansión hacia el este, así como a la actividad militar en esa región de Europa. Esto significaría que las unidades de combate se retirarían de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania.

Negociaciones y falta de consensos

La realidad es que se encuentra cada vez más lejos la opción de alcanzar un acuerdo que de respuesta a todas las demandas de las partes. Mientras Estados Unidos y la OTAN están reticentes a acceder a los pedidos de Moscú, Rusia mantiene su postura intransigente en contra de una retirada. Sin embargo, esto no significa que necesariamente presenciemos un desenlace violento.

La mayoría de los Gobiernos europeos apelan al diálogo, sobre todo teniendo en cuenta que el continente se vio golpeado por los altos costos del combustible. Este es el caso de España, cuya ministra sostuvo que “apostamos por la paz y evitar una escalada del conflicto”.

Asimismo, se debe considerar que resulta difícil creer que Rusia será capaz de afrontar las duras sanciones que se le impondrán. Tal como afirmó, el Secretario de Estado Antony Blinken, “si Rusia interviene en Ucrania habrá respuesta”.

De esta forma, los siguientes días serán cruciales para determinar cuál será el desenlace del conflicto. A pesar del optimismo inicial por las negociaciones, cada vez son más los líderes y especialistas que temen por un violento final.

*Nota elaborada por Política Hoy.