¿Qué pasó en Japón? ¿Por qué afectó a todos los mercados?

Cuáles son los motivos por los que se derrumbó la bolsa japonesa y por qué afectó a todos los mercados. Todo lo que tenés que saber en la nota.

 

Seguro este último lunes entraste a tu cuenta para ver cómo arrancaba la semana y cuando la abriste te encontraste con luces rojas en todos lados y te diste un buen susto. Inmediatamente llamaste a tu asesor, empezaste a navegar, entrar a portales financieros, o simplemente abriste X. Y te enteraste que el tending topic de la semana era Japón y su bolsa, el índice Nikkei. Pero…¿Qué pasó en Japón? ¿Y por qué afectó a todos los mercados?

 

El pasado miércoles 31 de julio el Banco de Japón anunció la suba de su tasa de política monetaria  de 0% al 0,25% después de más de 20 años de inmutarse. Tras esa noticia se produjo un derrumbe en la bolsa japonesa de más del 8% el lunes siguiente y de más del 12% el último lunes 5 de agosto. Extrapolando este derrumbe no sólo a la bolsa japonesa sino a todo el mundo, principalmente a la bolsa estadounidense y a la eurozona.
El derrumbe del índice Nikkei fue tan grande que retrocedió todo el crecimiento logrado en el último año.
 

 

 

 

 

Pero ¿Por qué esta decisión del banco japonés ocasionó la caída del mercado no sólo japonés sino en todo el mundo?. Hubo dos componentes clave para que esto ocurra y ellos son el carry trade y el margin call.

 

¿Qué es el carry trade y cómo se aplicó?

El carry trade es básicamente apalancarse en una divisa con una tasa de interés baja e invertir en otra divisa con una tasa de interés más alta. Entre mayor sea la diferencia entre esas tasas más redituable se hace el carry trade.

 

Japón llevaba más de 20 años con sus tasas en 0% y en los últimos años tenemos un contexto mundial de altas tasas de interés, sobre todo en los Estados Unidos y en la Eurozona.

 

Entonces, inversionistas se apalancaban en yenes, cambiaban la moneda a dólares, euros, etc. e invertían en mercados de otros países que pagaban mejores tasas.

Esta conversión de monedas además provocaron una caída de la demanda de yenes todos estos años, por lo que este se depreciaba con respecto a otras monedas. Esto hacía que los inversores no sólo se beneficien de la diferencia de tasas, sino que además se favorecían de la apreciación de su moneda con respecto al yen. Por lo que a la hora de pagar sus deudas, necesitaban menos dólares (o euros, u otros) para pagar sus obligaciones en yenes.
Entre más se depreciaba el yen, más atractivo se hacía este carry trade.
 

 

 

 

 

 

¿Por qué Japón sube la tasa de interés después de tanto tiempo?

Tras los años de pandemia, la inflación en Japón se consolidó arriba del 2.5% por lo que se consideró necesario como medida para el enfriamiento de la economía la suba del tipo de interés.

 

Lo que ocurre es que la suba de una tasa de interés aprecia su moneda. Además en un contexto donde economías como la estadounidense y la europea analizan poder comenzar con el proceso de baja de tasas, ocasiona una depreciación de esas monedas contra el yen.

 

Entonces las monedas en las que invirtieron los capitales se deprecian y la moneda en que se endeudaron los inversionistas se aprecia. Lo que reduce el diferencial de tasas, y el beneficio del tipo de cambio, por lo que hace menos atractiva a la moneda. Lo que hizo que muchísimos inversionistas se vean en la situación de cerrar sus pasivos en yenes.

 

Lo relevante acá es que la apreciación del yen implica un riesgo altísimo por las deudas e implicó una gran activación de margin calls.

 

¿Qué es el margin call y cómo esto desató la caída de los activos?

Cuando se pide un financiamiento, la entidad financiera solicita activos en garantía. Estas garantías suelen hacerse en activos financieros (AF) por su liquidez. Esta garantía se establece con activos que sumen un valor por encima del capital a amortizar.

 

Por ejemplo: Los bancos pedían activos en garantía por el 180% del valor de las deudas. Como los activos sujetos a garantía eran AF su valor era variable por lo que este podía cambiar. Si el valor de estos activos desciende por debajo del 150% del capital a amortizar se hace un margin call.

 

El margin call es una llamada a que el deudor aporte nuevos activos que respalden el margen acordado de garantía y si este no lo hace, los activos en garantía se liquidan de manera forzosa.

La situación anteriormente mencionada ocasionó la reducción del valor de muchos títulos de garantía y además la apreciación del yen hizo que todos los que se encontraron haciendo carry trade se les dificulte la reposición de activos. Esto ocasionó la ejecución forzosa de montones de activos. Y si se venden masivamente todos estos títulos en garantía en yenes, entonces la bolsa se desploma. 

 

¿Cómo repercute en los mercados y en la economía real?

Esto puede canalizarse por dos vías: por las expectativas y por el crédito.

 

  • Por el lado de las expectativas; si hay incertidumbre esto impactará fuertemente en la economía real ya que a mayor pesimismo; menor inversión, con menor inversión habrá menor creación de valor. Los títulos corporativos tienen menos valor porque no se expanden y sus flujos no mejoran. Ya que si no hay inversión, no hay más trabajo, si no hay más trabajo se frena el consumo y la baja de consumo afecta los flujos de las empresas.
  • Por el lado del crédito; puede también entregarse menos crédito a las empresas, ya que al valer mucho menos los activos financieros es mucho más difícil para las empresas acceder a los niveles de garantía que les permita acceder al crédito. La falta de crédito dificulta la inversión y la situación es igual a lo anterior mencionado.

Las dificultades en la creación de valor (para lo que se requiere inversión) son de máxima importancia en la renta variable.

 

En esta situación, las bajas de tasas en el resto del mundo que se esperan podrían subsanar esas situaciones para que no se recorte la laxitud crediticia, se mantenga el optimismo y se pueda sostener los niveles de inversión.

 

Desde el Club de las Finanzas de la UNLP seguiremos en situaciones de tal índole, ante un derrumbe prepararse para mucha volatilidad en el corto plazo y no tomar decisiones apresuradas, sino tratar de entender los riesgos asumidos hasta el momento y repensar si ese perfil es el adecuado para este momento.
 

 

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