O nos salvamos todos, o no se salva nadie, por Yoel Freue | Dolarhoy.com

O nos salvamos todos, o no se salva nadie, por Yoel Freue

Por Yoel Freue

 

Borges escribió “Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo”. En este sentido, la pregunta que nos cabe es ¿Cuán larga se sentirá la espera de aquellos que debieron dejar a sus familiares en la guerra, para huir protegiendo sus vidas?

 

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, vimos como millones de personas tuvieron que dejar sus hogares y parte de sus familiares, para refugiarse en países vecinos. Muchas familias se han desmembrado y algunas de ellas para siempre.

 

La guerra es incomprensible y cruel, como también son incomprensibles y crueles quienes la originan y promueven.
Muchas voces se levantaron recientemente, manifestando que no entendían porque se demonizaba tanto a quienes iniciaron esta guerra, y no se hizo lo mismo con otros enfrentamientos, como los ocurridos en Irak, en Siria o inclusive en Palestina. Se habló de una “doble vara” para juzgar los hechos.

 

La realidad es que ninguna guerra tiene justificación y ninguna guerra puede ser categorizada de “justa”. Tal vez en el conflicto de Ucrania, juega un papel muy importante la accesibilidad a la información por medio de imágenes, videos y relatos que inundan las redes sociales, o tal vez, luego de haber sufrido (y aún estar sufriendo) una pandemia mundial, muchos de los seres humanos realmente entendimos que “o nos salvamos todos, o no se salva nadie”.

 

Lo que es indiscutible es que un conflicto bélico de esta magnitud, en 2022, representa un retroceso de al menos setenta años en nuestra evolución, como también es indiscutible que el 24 de febrero del 2022, quedará marcado en la historia como el inicio de una nueva etapa para la humanidad.

 

Las principales naciones del mundo todavía no dan muestras de un involucramiento activo, más allá de las sanciones aplicadas a Rusia, que sin dudas tendrán un impacto económico a mediano plazo, pero esas sanciones parecen no hacer mella en las decisiones del Kremlin. En este sentido, si evaluamos los resultados de sanciones similares aplicadas en nuestra región a países como Venezuela y Cuba, vemos que en realidad no tienen la efectividad que se esperaría. ¿Qué nos haría pensar entonces que en Rusia si tendrían efecto?