La economía brasileña se desacelera fuertemente en el segundo trimestre
Tras la publicación de los datos, el Ministerio de Finanzas ajustó a la baja su proyección de crecimiento de 2,5% para 2025, luego de la expansión del 3,4% registrada en 2024.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
La economía de Brasil perdió dinamismo en el segundo trimestre de 2025, aunque logró superar las previsiones de los analistas gracias a la fortaleza de los servicios y a un repunte en la industria extractiva.
Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el producto bruto interno (PBI) creció un 0,4% entre abril y junio frente al trimestre previo, por encima del 0,3% esperado por el mercado.
La cifra, sin embargo, representa una fuerte desaceleración respecto del 1,3% revisado del primer trimestre, cuando la producción agrícola impulsó el desempeño de la mayor economía de América Latina. En la comparación interanual, la expansión fue del 2,2%, en línea con lo anticipado por el mercado.
El consumo de los hogares avanzó un 0,5% en el período, sostenido por medidas oficiales para fortalecer el poder adquisitivo, aunque con menor ímpetu que en los tres meses anteriores. En contraste, la inversión se contrajo un 2,2%, presionada por el elevado costo del crédito, mientras que el gasto público retrocedió un 0,6%.
Por sectores, los servicios, que representan alrededor del 70% de la actividad, crecieron un 0,6%, apoyados en un mercado laboral sólido. La producción industrial subió un 0,5%, con un fuerte incremento del 5,4% en las industrias extractivas. La agricultura, en cambio, registró una leve caída del 0,1%.
Economistas consideran que los datos confirman una tendencia de moderación. Por ejemplo, Gustavo Rostelato, de Armor Capital, destacó la desaceleración en el consumo, mientras que Liam Peach, de Capital Economics, señaló que el menor crecimiento favorece un escenario de inflación más contenida y abre espacio para que el banco central inicie recortes de tasas hacia fin de año.
Actualmente, la tasa de referencia se mantiene en 15%, su nivel más alto en dos décadas, tras una suba de 450 puntos básicos desde septiembre pasado. El Banco Central insistió en mantener una política restrictiva por un período prolongado para consolidar la desinflación.
Tras la publicación de los datos, el Ministerio de Finanzas ajustó a la baja su proyección de crecimiento de 2,5% para 2025, luego de la expansión del 3,4% registrada en 2024, reflejando los efectos de la política monetaria y la pérdida de dinamismo en el segundo trimestre.