La UE pretende mejorar las defensas contra amenazas económicas
El plan busca reducir la dependencia de la UE de proveedores externos únicos.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
La Comisión Europea presentó este miércoles una nueva estrategia para fortalecer la resiliencia de la European Union ante amenazas económicas externas —como las restricciones de exportación de China— a través de una doctrina de “seguridad económica”.
El plan busca reducir la dependencia de la UE de proveedores externos únicos, especialmente en insumos críticos como tierras raras, semiconductores, chips y materias primas esenciales para sectores tecnológicos, industriales y de defensa.
Esto es parte de una reacción a varias crisis recientes: la pandemia de COVID, la guerra en Ucrania, y sanciones o barreras comerciales impuestas por grandes potencias.
Para lograrlo, la Comisión Europea planea revisar cadenas de suministro, normas de inversión extranjera, sectores estratégicos (defensa, espacio, tecnología), y la infraestructura crítica. A su vez, se busca acelerar la aplicación de medidas comerciales defensivas —como derechos antidumping y antisubsidios—, que hoy sólo se pueden imponer después de largos procesos de investigación.
El plan también incluye fomentar que las empresas europeas diversifiquen sus proveedores y evitar la dependencia total de un solo país, principalmente de China. En contratos públicos para sectores estratégicos, se dará preferencia a compañías con base en la UE.
Además, se prevé apoyar activamente a las empresas que trabajen para reducir dependencias externas, así como restringir el acceso a fondos de la UE para entidades consideradas “de alto riesgo”.
El enfoque aspira a que Europa pase de reaccionar a crisis —como ocurrió con la interrupción de exportaciones chinas de tierras raras o chips— a anticiparse, rediseñando políticas económicas de forma estratégica.
Con esta doctrina económica, la UE busca asegurar su liderazgo industrial y tecnológico a largo plazo —en ámbitos como baterías, inteligencia artificial, defensa y manufactura avanzada—, minimizando la vulnerabilidad derivada de su dependencia internacional.
