Cumbre de los BRICS en Rusia: qué se dijo a nivel internacional
En la ciudad rusa de Kazan se realizó la cumbre del BRICS, en donde Vladimir Putin fue el anfitrión.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Mientras en Washington la tensión por las elecciones estadounidenses se sentía en cada rincón de la reunión de los jefes financieros globales, un relajado Vladimir Putin estaba en Kazán, una ciudad rusa, recibiendo a los líderes de países que, juntos, representan casi la mitad de la población mundial.
El club de economías emergentes conocido como BRICS aún está lejos de competir con el FMI o de destronar al dólar, pero esta primera cumbre con nuevos miembros dejó bien claro que el grupo viene ganando peso en la escena mundial.
El comunicado final, como suele pasar en estos encuentros, fue extenso en palabras y escaso en detalles. Se habló de nuevos mecanismos de pago y comercio que podrían esquivar las estructuras controladas por Occidente, sobre todo las sanciones que pesan sobre Rusia tras la invasión de Ucrania.
Sin embargo, más allá de las promesas vagas, hubo algunos triunfos diplomáticos para la cumbre: el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan (miembro de la OTAN), estuvieron presentes. Este último incluso ha mostrado interés en unirse al BRICS. Además, India y China aprovecharon para hablar de fortalecer sus vínculos.
Como lo resumió Mo Ibrahim, empresario británico-sudanés que dirige una fundación sobre gobernanza en África: "Miren cuánta gente quiere entrar al BRICS. Las instituciones actuales no son representativas ni democráticas. Fueron creadas después de la Segunda Guerra Mundial y desde entonces no ha cambiado nada". Putin mismo dijo que más de 30 países ya pidieron unirse al grupo.
El historial del BRICS es mixto. Aunque fue fundado en 2006 por Brasil, Rusia, India y China, su creación no cambió significativamente la trayectoria de crecimiento de estas economías. Por ejemplo, el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS espera dar 5 mil millones de dólares en préstamos este año, lo cual es una cifra diminuta comparada con los 72.800 millones que prestó el Banco Mundial en el mismo período.
Otra cosa que complica la cohesión del grupo es la diversidad entre sus miembros: las diferencias de tamaño, poder e intereses nacionales a veces hacen que ponerse de acuerdo sea más difícil. Aun así, los países que buscan unirse al BRICS lo ven como un foro de comercio que ya representa una quinta parte del intercambio global.
El ministro de Finanzas de Pakistán, Muhammad Aurangzeb, dijo en Washington: "Hay un potencial enorme en conectar estos corredores comerciales. Por eso estamos interesados en unirnos al BRICS".
Si bien muchos dudan que el BRICS pueda desafiar al dólar a corto plazo, iniciativas como las que discutieron en esta cumbre atraen a países que temen futuras sanciones occidentales por sus políticas internas.