Eli Lilly: ¿una oportunidad de inversión en el sector salud?

En tiempos de incertidumbre económica, invertir en empresas del sector salud con demanda inelástica como Eli Lilly puede ser una decisión estratégica.

Por Tomás González

BDI Consultora

 

En un contexto de alta volatilidad en los mercados financieros, marcado por tensiones geopolíticas y políticas arancelarias restrictivas, el sector salud se presenta como una opción sólida para los inversores.

 

En este escenario, Eli Lilly and Company (NYSE: LLY) destaca como una oportunidad atractiva, combinando fundamentos financieros robustos con un alto potencial de crecimiento a largo plazo.

 


Fundada en 1876 y con sede en Indianápolis, Eli Lilly es una de las compañías farmacéuticas más importantes del mundo, con presencia en Estados Unidos, Europa, China, Japón y otros mercados internacionales. La empresa se dedica a descubrir, desarrollar y comercializar productos farmacéuticos enfocados en el tratamiento de enfermedades humanas.

 

Según el análisis de flujo de caja descontado, las acciones de LLY están actualmente por debajo de su valor intrínseco, lo que sugiere una subvaluación del mercado. Esta condición, sumada a la reciente caída bursátil, convierte al Cedear de LLY en una herramienta ideal para diversificar carteras y reducir exposición al riesgo.

 


Aunque la acción presenta un PER superior al promedio del sector, el consenso entre analistas indica que es un momento favorable para invertir. Con un precio actual de US$738 por acción y un precio objetivo proyectado de US$1.015 en los próximos 12 meses, se estima un retorno potencial del 37,53%.

 


Desde la pandemia de COVID-19, el sector salud ha ganado una relevancia sin precedentes, tanto a nivel sanitario como económico. Las empresas como Eli Lilly han visto crecer su valor de forma sostenida, reflejando su rol clave en el bienestar de la población y en la estabilidad de los mercados.

 


Además, LLY ofrece un dividendo anual de US$6 por acción, con un rendimiento del 0,81%, pagadero de forma trimestral. Su beta de 0,50 evidencia una menor sensibilidad a las fluctuaciones del mercado, ideal para quienes buscan una estrategia más defensiva.

 


Sin embargo, no todo es perfecto. El ratio de endeudamiento de la compañía es de 2,4, lo que implica una carga financiera significativa. Aunque los activos de corto plazo (US$32.700 millones) superan a los pasivos del mismo plazo (US$28.400 millones), la compañía no cubre completamente sus pasivos de largo plazo, que ascienden a US$36.100 millones.

 


Conclusión:
En tiempos de incertidumbre económica, invertir en empresas del sector salud con demanda inelástica como Eli Lilly puede ser una decisión estratégica. Su solidez, perspectivas de crecimiento y perfil conservador la posicionan como una opción atractiva para integrar en carteras diversificadas.
 

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?