Aconcagua Energía no pudo hacer frente el pago de una ON y defaulteo su deuda
La petrolera Aconcagua Energía anunció que renunciará a cumplir con el vencimiento de una obligación financiera. La empresa, que se centra en hidrocarburos convencionales, planea reestructurar su deuda, que asciende a casi USD 230 millones.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La petrolera Aconcagua Energía se topó con un obstáculo de peso: no pudo cumplir con el vencimiento de una Obligación Negociable (ON). En este contexto, la compañía le avisó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que arrancará un proceso de reestructuración de su deuda, que para fines de marzo ya rondaba los 230 millones de dólares.
Desde la empresa explicaron que la decisión tiene que ver con las condiciones complicadas del mercado financiero, que vienen trabando el acceso a nuevas líneas de crédito en términos razonables. “La compañía impulsará un proceso integral de reestructuración de su deuda financiera, ante las condiciones desafiantes del mercado de capitales, que han dificultado el acceso a fuentes de refinanciamiento en términos compatibles con la sostenibilidad del giro comercial”, detallaron en un comunicado.
La situación deja en evidencia el difícil momento que atraviesa Aconcagua Energía, que opera en distintas provincias del país y se dedica principalmente a la exploración y producción de hidrocarburos convencionales. Sus actividades están concentradas en la Cuenca Neuquina y la Cuenca Cuyana, con presencia en Mendoza, Neuquén y Río Negro.
Con la conducción de Diego Trabucco y Javier Basso, dos ex YPF, la firma venía apostando fuerte a crecer en Vaca Muerta, donde ya tiene activos estratégicos. La expansión proyectada incluía el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en Mendoza y Río Negro, con un horizonte puesto en 2025.
En mayo, Aconcagua había anunciado su intención de salir a buscar fondos en el mercado para reunir 250 millones de dólares mediante nuevas Obligaciones Negociables. El objetivo era claro: fondear el plan de crecimiento. Pero con esta reestructuración en puerta, los tiempos y planes podrían cambiar.
Por ahora, la empresa deberá renegociar con los acreedores y redefinir su hoja de ruta. Todo esto en un contexto en el que muchas compañías del sector se ven forzadas a recalcular por el endurecimiento del acceso al financiamiento.
Habrá que ver cómo evoluciona el proceso en los próximos meses y si Aconcagua logra acomodarse para sostener sus planes de expansión sin perder el rumbo. El mercado, atento, espera señales claras de cómo se va a resolver esta pulseada financiera.