Cómo optimizar los cuatro pilares de las finanzas personales | Dolarhoy.com
Ahorro|16 de septiembre de 2022

Cómo optimizar los cuatro pilares de las finanzas personales

Controlando ingresos, gastos, ahorro e inversión, las personas podrán tener una sólida posición financiera en el mediano y largo plazo.

Por Gonzalo Andrés Castillo

 

Tener unas finanzas personales saludables que nos permitan dormir tranquilos, y alcanzar la famosa libertad financiera en algún momento de nuestras vidas, no es tan difícil como parece, ya que solo basta con analizar y optimizar cada uno de los cuatro pilares: ingresos, gastos, ahorro e inversión.

 

Ingresos

En primer lugar, es importante aprender a diversificar los ingresos. Si dependemos de solo una fuente, como, por ejemplo, un clásico trabajo en relación de dependencia, entonces la consecuencia de perderla será letal, ya que no tendremos más un flujo de dinero.

 

En cambio, si tenemos un empleo fijo y en nuestros tiempos libres ofrecemos algún servicio, las probabilidades de perder todo de una son menores. Si, además, contamos con un comercio, sumando tres fuentes, el riesgo será incluso menor.

 

Gastos

Por otra parte, para tener una buenas finanzas personales, resulta esencial llevar un buen control sobre los gastos. Saber en qué se va nuestro dinero y en qué cantidad es indispensable para posteriormente poder realizar una "limpieza" de todos aquellos consumos innecesarios.

 

En este punto, también es ideal tomarse el tiempo de buscar alternativas más económicas o con mejor relación calidad-precio a aquellos bienes y servicios que necesitamos sí o sí. Si no derrochamos el dinero y gastamos poco en lo indispensable, entonces podremos mejorar nuestra capacidad de ahorro.

 

Ahorro

El ahorro es fundamental para todas las personas, debido a que permite sobrevivir a contextos difíciles y ayuda a evitar el estrés financiero. Gastando menos de lo que ganamos, automáticamente ya creamos un ahorro, pero la tarea debe realizarse sostenidamente, mes tras mes, año tras año.

 

De más está decir que el atesoramiento debe ser en una moneda que no pierda tanto valor con el paso del tiempo, ya que, de lo contrario, el poder adquisitivo se esfumará en pocos años.

Hoy en día, existen diversas técnicas para poder mejorar la capacidad de ahorro, como el famoso kakebo, la regla del 80/20, el método de Harv Eker y un largo etcétera. La mejor será aquella que nos permita guardar dinero disciplinadamente.

 

Inversión

La inflación es inevitable. Cambiando de moneda solo se ralentiza el proceso, pero no se evade. Para poder hacerle frente, hay que armar una cartera de inversión que sea compatible con nuestros objetivos, necesidades y horizonte temporal.

 

Si bien cada persona es un mundo, muchos inversores optan por simplemente dividir el portafolio entre un fondo cotizado de acciones, como el que replica el comportamiento del S&P 500, y un fondo de bonos, el cual brinda una renta periódica.

Así, se obtiene un resultado con baja volatilidad, de flujo constante y expuesto al crecimiento accionario. Todo de forma sencilla y rentable.

 

Dominando cada uno de estos cuatro pilares, y teniendo paciencia, se podrá tener una situación financiera saludable y sólida con el paso del tiempo.