Este cedear tecnológico se desploma un 13% tras mala presentación de resultados
Los ingresos y expectativas de Adobe defraudaron a los inversores, quienes provocan una caída significativa de sus acciones hoy jueves.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Adobe, la empresa conocida por programas como Photoshop, arrancó el jueves con el pie izquierdo en Wall Street. Antes de que abrieran los mercados, las acciones de la compañía ya caían un 11% y a media tarde caen un 13%. ¿El motivo? Un pronóstico de ingresos que no estuvo a la altura de lo que esperaban los inversores, sumado a algunas dudas sobre cuándo empezarán a ver resultados concretos de su apuesta por la inteligencia artificial.
Todo empezó el miércoles, cuando Adobe presentó sus números del cuarto trimestre después del cierre del mercado. A primera vista, las cifras parecían buenas: ingresos de 5610 millones de dólares, superando los 5540 millones que se esperaban, y ganancias ajustadas por acción de 4,81 dólares, por encima de los 4,66 dólares estimados Pero el problema vino con el pronóstico para el próximo año.
Esto encendió las alarmas entre los inversores, que venían acostumbrados a que Adobe superara las expectativas trimestre tras trimestre durante los últimos dos años. La reacción no se hizo esperar, y las acciones sufrieron un golpe fuerte antes de que la campana marcara el inicio de la jornada.
Un tema que preocupa especialmente es la estrategia de Adobe con su producto GenAI, enfocado en inteligencia artificial. Según el analista Matthew Swanson, del RBC, la compañía no dio datos claros sobre cómo piensa monetizar esta tecnología. Esto generó incertidumbre, y ya sabemos que en el mundo de las inversiones, la incertidumbre no se lleva nada bien con los números rojos.
Adobe tiene planeada una conferencia con analistas e inversores para discutir más a fondo los resultados y las perspectivas. Habrá que ver si logran calmar las aguas y dar más certezas sobre el futuro de la empresa. Por ahora, los inversores están con el ceño fruncido, y las acciones lo están sintiendo en carne propia.
Mientras tanto, el mercado sigue de cerca los movimientos de esta gigante tecnológica, que tiene la difícil tarea de recuperar la confianza y demostrar que sus apuestas en inteligencia artificial pueden ser el próximo gran negocio.