BP ganó un arbitraje multimillonario contra Venture Global y encendió las alarmas en la industria del gas
La petrolera británica se impuso en un fallo clave por más de mil millones de dólares contra la estadounidense Venture Global, en un conflicto que podría marcar el rumbo de otros reclamos similares por contratos de gas natural licuado (GNL).
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La petrolera BP se anotó una victoria resonante en uno de los arbitrajes más grandes que recuerda la industria del gas natural licuado. La compañía británica le ganó a la estadounidense Venture Global una disputa valuada en más de mil millones de dólares, al convencer a los árbitros de que la empresa norteamericana había actuado con “comportamiento desleal”. El fallo, emitido en octubre, abre un nuevo capítulo en una batalla legal que involucra a gigantes como Shell, Repsol y Galp.
Según fuentes cercanas al caso, el argumento de “trato injusto” fue clave para que BP consiguiera revertir la tendencia, luego de que Shell —en un caso similar— perdiera su reclamo meses atrás. La diferencia, dicen los expertos, estuvo en la estrategia jurídica: mientras Shell se centró en los términos contractuales, BP apuntó al modo en que Venture Global manejó su planta y sus compromisos comerciales.
Venture Global, por su parte, se defendió argumentando que su planta Calcasieu Pass, en Luisiana, todavía estaba en “etapa de puesta en marcha” y que, por lo tanto, no estaba obligada a cumplir con los contratos de largo plazo. Aseguró además que había avisado a sus clientes sobre esa situación y que incluso les ofreció cargamentos alternativos en 2021. Pero el tribunal arbitral con sede en Nueva York no compró esa versión: concluyó que la empresa no actuó “como un operador razonable y prudente” y que demoró indebidamente la declaración del inicio de operaciones comerciales.
La decisión a favor de BP encendió las alertas en todo el sector. Según especialistas del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, el fallo refuerza la exposición legal de Venture Global, que todavía enfrenta otros reclamos por miles de millones de dólares de parte de firmas como Edison, Orlen y Galp. Aunque los laudos arbitrales no sientan precedentes formales, muchos abogados ya analizan cómo replicar la estrategia británica en los procesos en curso.
Por ahora, no se sabe cuánto dinero exacto deberá pagar Venture Global: habrá una nueva audiencia para definir los daños. Mientras tanto, la compañía insiste en que el fallo contradice el resultado del arbitraje anterior con Shell y que su diseño industrial —basado en 18 trenes de producción en lugar de los 2 o 3 habituales— justifica la demora operativa.
El conflicto, más allá de los millones en juego, deja al descubierto las tensiones entre los grandes jugadores del mercado energético en plena transición global. Con la guerra en Ucrania alterando los flujos de gas y el auge del GNL estadounidense, los contratos a largo plazo se convirtieron en terreno de disputa. Lo que pase con BP y Venture Global podría marcar el tono de las relaciones entre productores y compradores en los próximos años.
En el fondo, el caso también refleja una pulseada mayor: las reglas del negocio energético están cambiando, y las empresas que no sepan adaptarse —o que intenten forzar la cancha a su favor— pueden encontrarse con sorpresas en los tribunales. BP lo entendió a tiempo; el resto, tomará nota.
