Alerta en la aviación argentina: ¿perderá su categoría?
En junio de 2002, la Administración Federal de Aviación (FAA) concluyó que los aeropuertos no contaban con una supervisión de seguridad adecuada para las aerolíneas, conforme a los parámetros establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), por ende, Argentina ya había sufrido una degradación de categoría. La FAA finalizará su evaluación en diciembre.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) otorgó una prórroga de 60 días al gobierno argentino, impidiendo por el momento una baja en la categoría del sistema aeroportuario nacional. El lunes, con la llegada de la delegación estadounidense, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) emitió un comunicado en el que informaba que las medidas implementadas desde la intervención del organismo en julio pasado habían permitido un avance del 85% en el plan de acciones correctivas, y todos esos cambios estaban en proceso de implementación.
Sin embargo, se reconoció la posibilidad de perder la categoría, a pesar de estos esfuerzos, debido a lo que describieron como un “mal manejo de años” en referencia a gestiones anteriores. Desde la ANAC, que en julio de este año fue intervenido por Julia Cordero, quien a su vez fue designada por el Gobierno, declaran que “las líneas aéreas argentinas estarían sujetas a un mayor escrutinio y controles adicionales por parte de las autoridades norteamericanas”, lo que podría hacer que incrementen los costos.
Argentina ya experimentó una baja de categoría en junio de 2002, cuando la FAA calculaba que los aeropuertos no cumplían con una supervisión de seguridad adecuada para las aerolíneas, de acuerdo con los parámetros de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). En esa ocasión, la FAA relegó al país a la categoría 2, lo cual limitó el ingreso de nuevas aerolíneas argentinas a Estados Unidos, aunque permitió que las que ya operaban mantuvieran sus derechos adquiridos.
Argentina logró recuperar la categoría 1 en 2005, después de tres años. Esta categoría se otorga cuando un país cuenta con la normativa y supervisión necesarias para la certificación y control operacional de las aerolíneas, conforme a los estándares internacionales más altos de seguridad. Estos incluyen requisitos de mantenimiento, capacitación de personal y tripulaciones, así como la vigilancia constante de las operaciones aéreas por parte de las autoridades aeronáuticas.