Una familia tipo en CABA necesitó más de $2 millones en enero para cubrir la canasta básica
El informe del Cesyac revela que el gasto total de la canasta básica alcanza los $2.119.246, donde el 71% se destina a servicios. La inflación en enero se alineó con un incremento del 3,1% respecto al mes anterior en la Ciudad.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La canasta básica, ese conjunto de gastos que cualquier familia de clase media tiene que afrontar mes a mes, sigue siendo un tema de preocupación en Argentina. No solo incluye la comida y los servicios esenciales, sino que también abarca el alquiler, el mantenimiento de un auto con unos años encima, la prepaga, la cuota del colegio privado para dos chicos y hasta la membresía de un club deportivo o las mascotas. En otras palabras, todo lo que hace a la vida cotidiana de un hogar que no vive con lo justo, pero tampoco nada en la abundancia.
Según el último informe del Cesyac (Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor), la canasta básica para una familia tipo llegó en enero a la impresionante cifra de $2.119.246.
Este dato deja en evidencia lo difícil que se ha vuelto sostener un nivel de vida digno sin que los costos fijos se lleven la mayor parte del sueldo. Cualquiera que haga las cuentas en casa sabe que lo que más ajusta no es tanto la comida, sino todo lo demás: mantener el auto, pagar el cable, la conexión a internet, las expensas o incluso darse algún gusto de vez en cuando.
Pero lo más preocupante de todo no es solo el valor actual de la canasta, sino cómo viene evolucionando. El mismo informe del Cesyac indica que, comparando enero con diciembre de 2024, hubo un aumento del 3,65% en los precios para la clase media. Si bien ese número parece moderado en un contexto de alta inflación, la comparación interanual es alarmante: un 123,69% de incremento en solo un año.
Para ponerlo en perspectiva, esto significa que una familia de clase media que en enero de 2024 necesitaba alrededor de $948.000 para cubrir sus gastos hoy necesita más del doble para mantener el mismo nivel de vida. Y si bien los ingresos también han ido subiendo, lo cierto es que los salarios corren siempre de atrás, haciendo que cada mes sea un nuevo desafío para llegar a fin de mes sin que el sueldo se evapore antes de tiempo.
El panorama es complicado, sobre todo porque dentro de esos servicios que se llevan la mayor parte del presupuesto hay cosas que no se pueden dejar de pagar. Uno puede ajustar en el supermercado, buscar segundas marcas o aprovechar ofertas, pero no puede dejar de pagar el alquiler o la luz. Y ni hablar de quienes tienen hijos en un colegio privado: la educación es una prioridad, pero con los aumentos constantes, muchas familias ya empiezan a replantearse si podrán seguir sosteniendo ese gasto.
Lo mismo pasa con el auto: tener un vehículo propio pasó a ser un lujo hace mucho, con el precio de los combustibles, las patentes y el mantenimiento, muchas familias están empezando a evaluar si no les conviene más venderlo y moverse en transporte público.
La pregunta del millón es qué pasará en los próximos meses. Si bien la inflación parece estar desacelerándose, todavía está en niveles altísimos, y la incertidumbre sigue marcando el día a día de la economía argentina. La clave, como siempre, estará en cómo evolucionen los salarios en relación con los precios. Porque si la canasta básica sigue subiendo al ritmo actual y los ingresos no acompañan, cada vez más familias van a ver comprometido su nivel de vida y tendrán que hacer malabares para llegar a fin de mes.