Paro general con colectivos: la UTA no se pliega al paro nacional del próximo jueves

La UTA se bajó del paro del 10 de abril y desató un temblor adentro de la CGT. Habrá colectivos, pero paran trenes, subtes y aviones. El malestar dentro del sindicalismo no se hizo esperar y el Gobierno aprovecha la grieta.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Lunes 07 de abril del 2025 a las 11:16 am

 

El paro general convocado por la CGT para el jueves 10 de abril ya venía caliente, pero ahora le saltó una chispa mas: la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que representa a los choferes de colectivos, decidió que ese día va a trabajar igual.: ¿El motivo? Acataron la conciliación obligatoria que dictó la Secretaría de Trabajo, luego de un pedido formal de las cámaras empresarias del sector.

 

Básicamente, los que manejan el negocio del transporte (AAETA, CEAP y CTPBA) pegaron el grito en el cielo por el reclamo salarial de los choferes y le pidieron al Gobierno que intervenga. El resultado fue una conciliación obligatoria que va a durar 15 días, justo pisando la fecha del paro general. Y la UTA, para no comerse sanciones ni poner en riesgo los trabajos de sus afiliados, decidió acatar.

 

Esto generó un sacudón importante dentro del mundo sindical. Desde la CGT, están con bronca Porque, sin el transporte de colectivos, un paro pierde bastante fuerza. Los colectivos son la columna vertebral del movimiento en las grandes ciudades y si funcionan, medio que la medida de fuerza queda a mitad de camino. Y para peor, adentro de la central obrera muchos sienten que la jugada de la UTA terminó haciéndole un favor al Gobierno, que ahora puede decir que “el país funciona con normalidad”.

 

Desde la UTA salieron a aclarar que la mano venía difícil: si no respetaban la conciliación, los choferes podían quedar expuestos a despidos o sanciones legales. Un dilema clásico: bancar el paro o cuidar los puestos de trabajo.

 

A pesar de la baja de los colectivos, la CGT no se baja.. Confirmaron que la jornada de protesta sigue en pie tal como la planificaron. La movida arranca el miércoles 9 al mediodía con la clásica marcha de jubilados al Congreso, y remata el jueves 10 con el paro general. Es la tercera huelga que se le planta al gobierno de Javier Milei desde que se sentó en el sillón de Rivadavia.

 

Aunque los colectivos circulen, otros gremios del transporte sí se suman al paro. Desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) ya avisaron que van a parar trenes, subtes y aviones. Así que el jueves no va a ser un día cualquiera: los colectivos van a estar, pero el resto del transporte va a estar frenado. Va a haber complicaciones para moverse, aunque no el apagón total que se esperaba en un principio.

En el fondo, esta situación refleja algo más profundo: el sindicalismo argentino está partido, lleno de tensiones internas y con distintas miradas sobre cómo plantarse frente al Gobierno. Algunos prefieren el choque directo, otros el diálogo, y otros simplemente están viendo cómo no quedar en offside en medio de un contexto social y económico que viene picante.

 

Mientras tanto, en Casa Rosada respiran un poco más tranquilos: el paro no va a ser tan contundente como pintaba. Pero tampoco se pueden relajar: el malestar sigue ahí, y lo del 10 de abril puede ser apenas un capítulo más en un año que promete estar cargado de reclamos, marchas y pulseadas políticas.

 

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