Motosierra al INCAA: los subsidios para el cine argentino serán en base a la audiencia
Luego de años de desidia y derroche de financiamiento de películas que no veía nadie, el Gobierno estableció un nuevo orden en el esquema de subsidios al cine nacional.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El gobierno de Javier Milei cambió partes del artículo 30 de la Ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional N° 17.741, y lo hizo con el objetivo de alinear los subsidios al cine argentino a criterios de "calidad, audiencia y eficiencia". En criollo, básicamente quieren que la plata que se destina al cine nacional esté bien usada y no sea pura pérdida, como viene sucediendo desde hace años.
Todo esto salió en el Decreto 984/2024, publicado este martes en el Boletín Oficial, en un contexto donde la industria cinematográfica está atravesando un momento bastante complicado.
En los últimos años, el cine nacional viene arrastrando una caída importante en cuanto a público. Según datos oficiales, allá por 2014, el cine argentino capturaba un 17,84% del total de espectadores, pero en 2023 ese porcentaje bajó a un magro 7,35%. Además, de las 236 películas estrenadas en 2023 con apoyo del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), solo 4 superaron los 100.000 espectadores. Peor aún, más de 100 no llegaron ni a 1.000 personas. Por eso, desde el Ejecutivo están queriendo “optimizar” (palabra clave en su discurso) el uso de los fondos públicos.
Principales cambios del Decreto 984/2024
El decreto incluyó cinco puntos clave que tocan varios temas: desde taquilla y financiamiento hasta subsidios y algunos cambios de enfoque en general. La meta del gobierno es que las películas nacionales tengan un mayor atractivo de taquilla, buscando que puedan competir tanto en el mercado local como en el internacional y que el cine argentino vuelva a tener un lugar fuerte en las salas y otras plataformas.
1. Subsidios en base a la recaudación en taquilla
- Películas sin interés especial: Van a recibir el 70% de lo que recauden en taquilla, después de deducir impuestos, hasta que se cubra el costo promedio de una película nacional.
- Películas con interés especial: Estas, que se consideran de alto valor cultural o artístico, podrían recibir hasta el 100% de su recaudación bajo el mismo tope de costos.
La idea es premiar a las pelis que tienen chances de convocar una buena cantidad de público, para que realmente sean autosustentables y no un pozo sin fondo de subsidios.
2. Límites en el financiamiento
Ningún proyecto podrá recibir subsidios por más del 50% de su costo total de producción, y además, no se podrá destinar más del 5% del presupuesto total anual del INCAA a un solo proyecto. Con esto, buscan que los recursos se distribuyan de forma más pareja y no se pongan todos los huevos en una sola canasta.
3. Subsidios ligados a la audiencia en otros medios
Además de los subsidios para las exhibiciones en cine, también se van a atar los fondos a los niveles de audiencia en otros formatos como streaming o televisión. Así, se asegura que las pelis que se beneficien sean las que realmente capturen la atención del público.
4. Prohibición de adelantar fondos
El INCAA no podrá adelantar plata antes de que la película demuestre haber tenido público. Esto obliga a los productores a hacer un esfuerzo real por convocar audiencia, ya que la guita llega solo cuando hay resultados comprobables.
5. Aplicación de los cambios
La nueva normativa empieza a regir para todas las pelis que se estrenen después del 24 de julio de 2024. O sea, las producciones futuras ya tienen que alinearse a estas reglas si quieren acceder a la ayuda del Estado.
Estos cambios vienen a darle un giro más “productivo” al sistema de subsidios al cine argentino, priorizando las películas que demuestran tener potencial para atraer espectadores. La industria, en pleno debate, tiene que adaptarse a este nuevo panorama donde la taquilla y el interés del público son más relevantes que nunca para recibir fondos.