La energía argentina busca optimizar subsidios y tarifas en el sector para el año que viene

Se anticipan reducciones en subsidios y ajustes tarifarios. Con un enfoque en la reestructuración del sector, el Gobierno busca optimizar recursos hacia el 2025.

Lunes 30 de diciembre del 2024 a las 12:33 pm

 

La energía ha tomado un rol protagónico dentro de la economía argentina, aunque a la vista aún aparece una serie de desafíos que deben ser superados antes de llegar al 2025 y aprovechar al máximo su potencial. Un aspecto que se destaca en las gestiones del Gobierno es el plano fiscal, donde se percibe un margen de ajuste en el sector energético, lo que será clave para avanzar hacia una futura reducción de impuestos en áreas afectadas por un tipo de cambio elevado.

 

Los subsidios en servicios de luz y gas están proyectados para alcanzar la cifra de USD 6.500 millones en 2024. Este ajuste se logrará, en parte, gracias a la disminución del costo de suministro, gracias a las nuevas obras de gasoductos que reemplazarán el gas natural licuado (GNL), así como el gas de Bolivia y combustibles líquidos, por el gas de Neuquén, que resulta mucho más accesible. Sin embargo, para llevar a cabo este recorte, será necesario un aumento en las tarifas, ya que el plan de la Secretaría de Energía contempla un cambio hacia un esquema de tarifa social, donde muchos usuarios del grupo N3 perderán el subsidio.

 

Además, el sector de combustibles transita pérdidas estimadas en más de USD 2.000 millones al año. Este déficit se debe a la falta de actualización de los impuestos ICL e IDC de acuerdo con la inflación. Ante este panorama, el Ejecutivo planea mantener el ajuste mensual del 1%, que implementa desde inicios del año.

 

La reestructuración de Cammesa y el saneamiento del sector eléctrico son otras de las prioridades impostergables para la Secretaría de Energía. Sin estas reformas, será complicado iniciar las obras de alta tensión que requieren financiamiento privado y la construcción de nuevas centrales termoeléctricas.

 

En ese sentido, se intentará cerrar acuerdos entre privados para la contractualización, siguiendo el modelo MATER. Sin embargo, las distribuidoras no cuentan con el mismo nivel de garantía que las grandes empresas industriales.

 

Finalmente, entre las tareas pendientes hacia 2025 está la continuidad del sistema de gasoductos, especialmente los que tienen como objetivo la exportación. En relación a los proyectos que están destinados al mercado interno, desde el Gobierno se espera que en pocos días o semanas se anuncie la licitación para la ampliación de la capacidad del Gasoducto Perito Moreno, a través de la incorporación de tres nuevas plantas compresoras.

 

Desde el sector aseguran que uno de los objetivos más relevantes se refleja en los proyectos que buscan conectar el gas argentino a Brasil, ya sea mediante Bolivia, Paraguay o Uruguay. Para esto, será fundamental acordar un contrato con un grupo de compradores brasileños, como Petrobras y grandes industrias o distribuidoras, para poder acceder al financiamiento necesario y dar inicio a las obras.

 

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