La UIA en pie de guerra contra Milei: piden devaluar y el fin del dólar barato
La 30º conferencia de la Unión Industrial Argentina estuvo cargada de tensión y reclamos contra el Gobierno Nacional. Milei y Caputo, los grandes ausentes.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La 30ª Conferencia Industrial arrancó con todo, y no por las mejores razones. Martín Rappallini, uno de los referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), pegó el grito en el cielo y pidió lo que todos en la industria están esperando: respeto. La frase no fue casualidad, especialmente después de los desplantes de Javier Milei y su ministro Luis "Toto" Caputo, que ni se aparecieron en el evento. Todo esto en un clima picante por las importaciones y la pelea interna por quién va a reemplazar a Daniel Funes de Rioja en la presidencia.
El encuentro de la UIA no fue un simple trámite: estuvo marcado por el fastidio de los empresarios con la gestión libertaria. Los reclamos vienen de hace rato, pero esta vez la bronca explotó. Caputo prometió una reunión para la próxima semana, pero muchos piensan que es un ardid para disuadir.
¿El tema que más los preocupa? La desregulación y la apertura de importaciones. "Esto ya lo vivimos y salió pésimo”, se quejó un CEO bonaerense. Varios empresarios compartieron esa misma inquietud, recordando viejas épocas que nadie quiere repetir.
El presidente actual de la UIA, Daniel Funes de Rioja, arrancó el día con un discurso breve pero contundente. Respondió a las críticas sobre la ausencia de algunos invitados y se mostró firme: “Nos vaciaron de algunas cosas, pero estamos llenos de representación”. Hasta tiró un palo cuando mencionó la presencia de Jorge Macri, que sí se hizo presente.
Después le pasó la posta a Martín Rappallini, que no se guardó nada: “Queremos una cancha nivelada para la industria nacional. Escuchamos demasiados ataques injustos al empresariado. Somos nosotros los que generamos laburo, pagamos impuestos y sostenemos al Estado”.
Este mensaje fue un tiro directo a las declaraciones de Milei, que en el Día de la Industria dijo que “se le robó al campo” para beneficiar a las fábricas. Además, Rappallini no se quedó callado sobre la apertura de importaciones, que según la UIA es totalmente desigual y los pone en desventaja.
Cuando los industriales hablan de “competitividad”, en realidad están diciendo “bajen los impuestos, por favor”. Para dar un ejemplo, explicaron que en Argentina, el 54% del precio de un auto son impuestos. En Brasil, ese número baja al 35%, y en México, directamente es cero. Con estos números, competir se hace imposible.
No obstante muchos industriales admiten que, aunque las ventas están flojas y tuvieron que reducir personal, prefieren apoyar la estabilidad macroeconómica que volver al caos inflacionario.
El cierre del evento quedó en manos de Funes de Rioja, que dio su último discurso fuerte como presidente. “No somos meros espectadores, queremos construir futuro”, dijo, pidiendo un “shock de inversiones”. Ya suena como despedida porque en 2025 hay elecciones en la UIA y todo indica que su ciclo está terminado. Aunque podría presentarse otra vez, muchos creen que sería poco ético.