El gremio rural rechaza un aumento del 2% y declara alerta por salarios insuficientes

La UATRE calificó como inaceptable la oferta paritaria que mantiene el salario mínimo del peón por debajo de los $900.000 y exigió una recomposición real que refleje el impacto del costo de vida.

 

La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) manifestó un fuerte rechazo a la última propuesta de aumento salarial del 2% presentada por el sector empresarial, calificándola como "inaceptable" y declarando el estado de alerta ante la falta de avances en la negociación paritaria.

 

Actualmente, la remuneración mínima para un peón general se sitúa en $828.764,25, una cifra que está muy por debajo del mínimo necesario para que una familia rural no sea considerada en situación de pobreza, estimado en $1.100.267 según el INDEC. La UATRE advirtió que esta brecha refleja el impacto negativo del aumento sostenido del costo de vida sobre el poder adquisitivo de los trabajadores rurales.

 

Desde el sindicato denunciaron que "la situación de los trabajadores rurales es crítica" y que, pese a que sus salarios no alcanzan para cubrir la canasta básica, "los productores se niegan a ofrecer aumentos salariales justos". Además, destacaron que los gastos familiares más sensibles, como alimentación, vivienda, servicios básicos, transporte y comunicaciones, han aumentado por encima del promedio general, afectando directamente a este sector.

 

En el marco de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), se llevaron a cabo varias reuniones durante junio, pero las negociaciones no lograron avances significativos. Ante esto, la UATRE sostuvo: "No vamos a aceptar aumentos de miseria mientras nuestros compañeros no pueden cubrir ni la canasta básica" y exigió "una recomposición real del salario rural y un esquema de actualización que contemple la suba sostenida del costo de vida".

 

Finalmente, el gremio reiteró su compromiso con la defensa de los derechos laborales y condiciones dignas para las familias rurales, afirmando que "no vamos a permitir que sigan ajustando sobre los trabajadores" y que continuarán reclamando una paritaria justa que reconozca el trabajo rural en toda su dimensión. En respuesta, los empleadores señalaron que la oferta busca equilibrar la sustentabilidad del sector ante la inflación y anunciaron que seguirán negociando para acercar posiciones, aunque advirtieron que un aumento mayor podría afectar la inversión y la generación de empleo.

 

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