El BCRA simplificará la declaración de activos y pasivos externos para las empresas

Desde enero de 2026, más de 24 mil empresas argentinas tendrán menos trámites que presentar ante el Banco Central. La medida apunta a aliviar la carga administrativa y modernizar los registros.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) realizó cambios en el Relevamiento de Activos y Pasivos Externos (RAyPE) y definió un nuevo esquema que empieza a regir en enero de 2026. La idea es simple: achicar la burocracia y segmentar mejor a las empresas según su tamaño.

 

De manera fácil, las compañías con activos y pasivos externos menores a los 10 millones de dólares sólo tendrán que hacer la declaración una vez al año. Las grandes, que superen esa cifra, seguirán con la presentación trimestral, aunque con un trámite más liviano que el actual.

 

Desde la autoridad monetaria remarcaron que este cambio forma parte del plan de simplificación administrativa que viene empujando el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. El objetivo oficial es barrer con papelerío que quedó viejo y liberar a las firmas de trabas que terminan frenando la actividad económica.

 

El impacto es considerable: de acuerdo a los cálculos oficiales, más de 24 mil empresas se verán beneficiadas con esta reducción de trámites. Apenas unas 1.500 –las más grandes– deberán seguir informando cada tres meses, pero con menos requisitos encima.

El BCRA aclaró también que la información recolectada no pierde valor. Al contrario, garantiza que las estadísticas sigan siendo confiables y a tiempo. De hecho, con estos datos el Central elabora los informes de Deuda Externa Privada y de Inversión Extranjera Directa, que son insumo directo para el INDEC en la confección de la Balanza de Pagos y la Posición de Inversión Internacional.

 

En los hechos, la medida busca darle un respiro al sector privado en medio de un escenario en el que cada hora que se destina a trámites administrativos es tiempo perdido en producción o en abrir mercados. El alivio, aunque parcial, va en línea con un reclamo histórico del empresariado: menos burocracia y más agilidad.

 

Lo cierto es que, aunque parezca un detalle técnico, este tipo de disposiciones muestran un giro en la forma de regular. Ya no se trata sólo de controlar, sino también de acompañar con normas que hagan más fácil la vida de quienes generan actividad. Ahora quedará por ver si este esquema realmente acelera la operatoria de las empresas y si se convierte en el puntapié para avanzar en una desburocratización más amplia.
 

 

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