Cierre del blanqueo de capitales en Argentina: récord de casi USD 20.000 millones recaudados
La primera fase, aclamada por el Gobierno de Javier Milei, logró ingresos significativos al sistema financiero.
La primera fase del blanqueo de capitales en Argentina culminó con una recaudación de casi USD 20.000 millones. Este ingreso de divisas, principalmente de reservas en efectivo, fue considerado por el gobierno de Javier Milei como un triunfo contundente. No obstante, surgen incertidumbres sobre las repercusiones de esta medida en el largo plazo y su impacto en la economía real.
Este ingreso de USD 20.000 millones transformó el sistema financiero argentino, permitiendo que el Banco Central (BCRA) incremente sus reservas netas, permitiendo mantener la actividad macroeconómica del país. Además, el blanqueo estimuló el aumento de préstamos en dólares, particularmente orientados a exportadores, ya que la mayor oferta de divisas en el sistema bancario propició una baja en las tasas de interés para estos créditos.
Se espera que la segunda fase del blanqueo comience pronto. El impuesto especial se duplicará, y según César Litvin, de Lisicki&Litvin, esta nueva etapa estará enfocada principalmente en aquellas personas que tienen deudas con la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, antes AFIP), siendo más conveniente pagar el 10% del impuesto en lugar de enfrentar potenciales sanciones.
Este resultado del blanqueo ha reavivado el debate sobre la necesidad de una reforma fiscal integral que incentive la formalización de la economía. Expertos sugieren que, si se implementan medidas que reduzcan la carga impositiva y mejoren la transparencia, se podría atraer a más contribuyentes al sistema, garantizando así un flujo constante de ingresos al Estado. En este contexto, se analiza la posibilidad de implementar incentivos a la inversión extranjera directa, con el objetivo de diversificar la economía y reducir la dependencia de medidas excepcionales.
Sin embargo, según la otra cara de estos números arrojados que reflejan la primera etapa del blanqueo, algunos sectores advierten que podría incentivar la cultura de la informalidad, al considerar que el Estado ofrece una salida a quienes eligen evadir impuestos. La participación de la ciudadanía, aseguran que dependerá de la efectividad de las políticas que el Gobierno implemente para combatir la evasión fiscal y fomentar la inversión.