Cavallo dispara duras advertencias: qué dijo sobre el préstamo del FMI y el mercado cambiario
El ex-ministro de Economía volvió a marcarle la cancha al Gobierno con un nuevo análisis económico en su blog. Considera que usar reservas para controlar al dólar es inútil y la desinflación no se logra con financiamiento externo.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Domingo Cavallo sostiene que la plata del FMI no es la solución mágica y, sin un rumbo claro en lo económico, Argentina no va a encontrar estabilidad. El ex ministro cuestionó el uso de reservas para sostener el dólar y advirtió que la desinflación no se logra solo con financiamiento externo.
"El financiamiento del FMI no puede sustituir el esfuerzo que Argentina debe hacer para asegurar el equilibrio de las cuentas externas y conseguir que la estabilidad cambiaria permita consolidar el proceso de desinflación", escribió Cavallo en su blog personal.
El desembolso del FMI no es para intervenir en el mercado cambiario
Para él, la plata que viene del FMI y de otros organismos internacionales es clave para espantar el fantasma del default y bajar el riesgo país. En su análisis, si se usa bien, la tasa de interés que paga Argentina para endeudarse en dólares podría caer del rango actual de 700-800 puntos básicos a uno más razonable, de entre 200 y 300 puntos, similar al de países vecinos.
Pero según el ex ministro, esa plata no se puede usar para sostener artificialmente el precio del dólar. Y en este punto fue tajante: "Pensar en el uso de las reservas externas conseguidas a través de los organismos financieros internacionales para intervenir en el mercado cambiario e inducir o mantener una apreciación exagerada del peso (también llamado vulgarmente 'atraso cambiario') es contraproducente y puede significar el fracaso del proceso de desinflación".
Para el ex ministro, es clave que el Gobierno defina de una vez por todas cuáles van a ser las reglas de juego en materia monetaria y cambiaria y las deje bien claras en el acuerdo con el FMI. Y es optimista: cree que la administración de Milei puede hacerlo con éxito.
¿Hacia un nuevo bimonetarismo?
El plan a largo plazo del Gobierno apunta a tener un mercado único y libre de cambios, donde el dólar y el peso compitan como monedas convertibles. Pero Cavallo advierte que la transición desde el esquema actual no está del todo clara y que el ajuste mensual del 1% en el tipo de cambio puede generar desconfianza en lugar de estabilidad.
"Es imprescindible que el gobierno explique cómo será el tránsito de la situación actual al mercado único y libre de cambios con competencia de monedas", insiste.
En su análisis, Cavallo explica que hasta hace poco el equipo económico parecía operar bajo el "paradigma del tipo de cambio fijo" que describió el economista Ricardo Arriazu. Según esta teoría, todos los planes de estabilización exitosos empezaron con un tipo de cambio fijo, porque eso genera previsibilidad y ayuda a bajar la inflación.
Pero el problema es que en esos planes, como la convertibilidad en los '90, el tipo de cambio fijo ya era único y libre, sin trabas ni múltiples cotizaciones. "El tipo de cambio que se fijó ya era un tipo de cambio único", recuerda Cavallo, y agrega que esto permitió atraer dólares en lugar de espantarlos.
En cambio, ahora la situación es distinta: "El control del tipo de cambio actual requirió y sigue requiriendo uso de reservas escasas del Banco Central y se basa en el sostenimiento de un tipo de cambio que no es único ni libre", explica. Y advierte que este esquema genera más salida que entrada de dólares, lo cual es un problema serio para la estabilidad cambiaria.
Si el Gobierno logra ordenar el mercado cambiario y permitir la libre entrada y salida de capitales, Cavallo cree que fijar el tipo de cambio podría ayudar a consolidar la desinflación, porque serviría como ancla de expectativas. Pero para eso, primero hay que resolver el lío actual.
Eso sí, advierte contra el miedo a la devaluación: "Esto no se logrará si se sostiene que cualquier salto cambiario desatará una hiperinflación".
El modelo peruano: un factor a analizar
Pensando en el futuro, el ex ministro plantea que el Gobierno tendrá que decidir entre mantener un tipo de cambio fijo o aplicar un esquema más flexible, como el "modelo peruano", donde el Banco Central interviene para evitar saltos bruscos en el dólar sin fijarlo del todo.
"Si persiste la inercia inflacionaria en ese momento, la fijación del tipo de cambio sería probablemente lo más conveniente, al menos por un período inicial", dice. Pero aclara que, si la inflación ya está bajo control, lo mejor sería optar por una flotación administrada, como la de Perú, que permita ajustes sin generar crisis.
Por último, Cavallo insiste en que el Gobierno tiene que comunicar mejor su plan económico. "Un gobierno como el del presidente Milei, que procura hacer cambios profundos, debe comunicarlo con convicción. En ese caso, el FMI seguramente acompañará la decisión del gobierno argentino".