¿Se viene un Dólar más barato?: qué decidió el Gobierno con respecto al Impuesto País y Dólar tarjeta

Finalmente y tras meses de elucubraciones el Gobierno no hará cambio alguno y el Impuesto País dejará de existir el 31 de diciembre de este año.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Viernes 15 de noviembre del 2024 a las 11:22 am

 

El Gobierno ya decidió no realizar ningún movimiento para compensar la baja en el costo del dólar para gastos con tarjeta, algo que parecía estar sobre la mesa hace unas semanas. Según dicen, como los dólares paralelos vienen en caída, no hace falta sumar nuevos impuestos para estos consumos. Así, el dólar tarjeta, que hoy ronda los $1.630, podría terminar el año cerca de los $1.300.  

 

En Casa Rosada tenían dos opciones: subir los impuestos para mantener un dólar caro para turismo y compras en el exterior o dejar que los costos bajen con el fin del impuesto PAIS, lo que abarataría los viajes y consumos afuera. Al final, eligieron la segunda opción, sobre todo porque la baja en los dólares MEP y contado con liquidación (CCL) lo hacía más lógico.  

 

La preocupación del Gobierno era que, al terminarse el impuesto PAIS, gastar en dólares con tarjeta saliera más barato, impulsando el turismo y las compras afuera en un momento donde las reservas del Banco Central están flojas. Por un tiempo evaluaron meter otro recargo, pero al final descartaron esa idea.  

 

Así, el dólar tarjeta quedaría en unos $1.300, con el 30% del impuesto a las Ganancias incluido. Esto todavía lo deja un poco más caro que el dólar MEP, pero sin recargar tanto los gastos en el exterior. Además, muchos argentinos ya usan dólares propios o del mercado MEP para estos consumos, evitando que afecte tanto las reservas.

Aunque el déficit turístico sigue siendo un tema, el Gobierno celebra que el dólar MEP haya bajado a $1.100, una cifra clave para mantener cierta estabilidad cambiaria. Si esta tendencia cambia y los paralelos vuelven a subir, habrá que ver si se toman nuevas medidas para controlar la situación.  

 

Por ahora, el escenario pinta más relajado, pero todos están atentos a cómo evolucionan las brechas cambiarias y el impacto en el turismo y las divisas.

 

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