El Gobierno juega fuerte con el dólar:  lo quiere a $1000, ¿Apriete al campo y guiño a los inversores?

El Presidente lanzó dos señales claras con el nuevo esquema cambiario: presión para que liquiden exportadores y promesa de intervenir solo cuando el dólar toque el piso. Con dólares frescos, apuesta a frenar la inflación y atraer capitales de afuera.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Lunes 21 de abril del 2025 a las 11:27 am

 

Ni bien arrancó el nuevo sistema de bandas para el dólar,  Javier Milei no se anduvo con vueltas: les mandó un mensaje clarito al campo y a los inversores. Al agro le dijo sin anestesia: “Liquiden ya, porque en junio subimos retenciones”. Y a los mercados les tiró: “Vamos a comprar dólares recién cuando lleguen a $1.000, antes ni lo sueñen”.

 

Esto último es clave porque el acuerdo con el FMI dice que el Gobierno tiene que comprar unos USD 5.000 millones para mitad de año. Al principio se creía que iba a intervenir en el medio de la banda, pero fue el mismo Milei el que aclaró: sólo en el piso.

 

Ambas señales surtieron efecto: el dólar bajó fuerte en todas sus versiones. Y no es un dato menor. Porque contener al billete verde es fundamental si se quiere bajar la inflación que viene compleja (en marzo fue del 3,7% y abril podría rozar el 4%). La gran esperanza es que en mayo, sin tantos aumentos estacionales, haya una baja fuerte.

La jugada del Gobierno arrancó con todo: entraron USD 13.500 millones del FMI y del Banco Mundial. Plata fresca que sirve de “muralla” en los $1.400. Ningún inversor va a querer ponerse en contra del BCRA por ahora. Por eso el dólar empezó la semana a la baja.

 

La segunda etapa es clave: los dólares del campo. Aunque hay dudas por el precio de la soja y que el tipo de cambio de $1.130 quedó abajo del “blend”, se espera una buena liquidación en mayo. Eso podría seguir tirando abajo el dólar, al menos por ahora.

 

Otra parte del plan fue abrir el mercado cambiario a inversores de afuera, con la condición de que se queden seis meses. O sea, hasta las elecciones. Enseguida, JP Morgan salió a recomendar bonos en pesos, viendo tasas altas y un dólar planchado. Pero ojo, ese mismo banco fue el que soltó la mano en 2018 y arrancó la corrida cambiaria.

 

O sea habrá dólar planchado y carry trade asegurados hasta antes de las elecciones de fines de octubre. Ante un mal resultado electoral del oficialismo los "capitales golondrina" especulativos pueden levantar vuelo ya que se cumplirían los seis meses de permanencia.

 

El economista Fernando Marull dio un dato que no es menor: en 2018, los extranjeros tenían USD 27.000 millones invertidos en pesos. Hoy, cero. Si vuelven, puede entrar mucha plata, pero también se corre el riesgo de que se vayan de golpe si no les cierra el negocio.

 

Mientras tanto, el Gobierno sigue con el apretón monetario. El lunes se compraron más de USD 400 millones, pero ya el martes la cosa se frenó. Hay menos pesos en la calle y eso también ayuda a calmar el dólar.

 

Caputo dice que “esta vez será distinto”. Que hay disciplina fiscal y no se emite más para financiar al Tesoro. ¿Será así? Difícil saberlo. Pero el intento está en marcha.

 

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