¿Joker 2: Folie à Deux decepcionó a los fans? La película que prometió más y dejó un sabor amargo

‘Joker 2: Folie à Deux’ trajo consigo una escena que capturó la esencia de lo que muchos sintieron al verla. En una charla tranquila, Harley, interpretada por Lady Gaga, comenzó a cantar, momento que desató la desesperación del Joker, encarnado por Joaquin Phoenix, quien intentó frenarla pidiendo una conversación "normal". En ese justo instante, las risas llenaron la sala, ¿era el tipo de película que estaban esperando los espectadores?. 

La secuela se tornó autoconsciente, consciente de lo que hizo de la primera entrega un éxito. Reiteró muchas de las escenas memorables, como el famoso baile de Phoenix, que se pensó fue improvisado. La película intentó recuperar esos momentos visuales y tramas que calaron profundo en el público. Sin embargo, la repetición de estos elementos acabó cansando.

Arthur Fleck, en esta nueva historia, enfrentó un juicio por los crímenes de la entrega anterior, mientras lidió con su rechazo interno al describir su desdoble de personalidad para evadir la pena capital. La confusión lo llevó a dudar si sus intentos de reivindicación valieron la pena al arriesgar su propia imagen, revelando traumas que lo moldearon. A pesar de un planteamiento interesante, la evolución del Joker se estancó y generó una narrativa confusa que repercutió en el ritmo de la película.

El personaje de Harley no recibió el desarrollo que uno podría esperar, resultando en una representación algo superficial y tradicional. Quienes provinieron del cómic tal vez sintieron que le faltó profundidad a su rol, haciendo escaso uso de sus habilidades como cantante en números musicales apenas memorables.

A pesar de contar con un presupuesto mayor, la película se sintió limitada en acción, con diálogos que no impactaron. La falta de escenas memorables puso de relieve que gran parte del presupuesto pareció haberse destinado a los honorarios de actores, en lugar de en la producción visual. La trama se convirtió en un contenedor de situaciones repetitivas y poco emocionantes.

Sin embargo, ‘Joker 2’ ofreció momentos rescatables, especialmente gracias a la actuación de Joaquin Phoenix y la fotografía que contrastó la fantasía del protagonista con la dura realidad de Gotham. Todd Phillips, al frente de la dirección, pareció plasmar su preocupación ante la interpretación que tuvo el público sobre el Joker tras la primera entrega, representándolo ahora de una manera más humana y vulnerable.

Aun así, esta secuela padeció de una fuerte dependencia de su precursora, llevando a un desenlace controvertido que buscó sentido tras una larga narración plagada de compromisos. Aunque hubo belleza en sus momentos tristes, la decepción persistió al finalizar. La sensación fue clara: ‘Folie à Deux’ no fue una película terrible, pero dejó un gusto amargo ante las oportunidades desaprovechadas.