Día Mundial del Croissant: historia, diferencias con la medialuna y cómo preparar esta delicia francesa en casa

Cada 30 de enero se celebra el Día Mundial del Croissant, una ocasión ideal para saborear este clásico francés. Conocer su historia y diferencias con la medialuna te animará a intentar prepararlos en casa.

Por redacción

Jueves 30 de enero del 2025 a las 11:56 am

 

El 30 de enero se celebra el Día Mundial del Croissant, una fecha que invita a deleitarse con este emblemático bollo de origen francés, caracterizado por su forma distintiva y su textura crujiente. Aunque hoy en día se encuentra en panaderías de todo el mundo, sus raíces se remontan al siglo XVII en Austria, donde se conocía como “kifli”.

 

Sin embargo, fue en Francia donde evolucionó, gracias a la técnica de la masa laminada con manteca, que le confiere ese hojaldrado tan característico. Hacer croissants en casa puede parecer complicado, pero la satisfacción al probar uno bien hecho es inigualable.

 

Tiene un exterior dorado y crujiente, y un interior esponjoso que seduce a los sentidos. Si bien la receta exige tiempo y dedicación, cada bocado bien vale el esfuerzo, ya que son ideales para un desayuno inolvidable o para acompañar un café en la merienda.

 

Diferencias entre el croissant y la medialuna

Una duda común es la diferencia entre croissants y medialunas. Aunque ambos son similares en forma y textura, cada uno proviene de tradiciones culinarias distintas. El croissant, de origen francés, destaca por su masa hojaldrada elaborada con manteca, que le otorga un sabor sutil.

 

Por su parte, las medialunas son típicamente argentinas y su masa, más esponjosa y densa, tiende a ser más dulce. La clave para lograr un buen croissant radica en la técnica del laminado, que consiste en incorporar capas de manteca entre la masa.

 

Este proceso requiere varios períodos de reposo en frío, lo que demanda tiempo, pero es esencial para alcanzar el resultado deseado. La masa se extiende y pliega en múltiples ocasiones antes de darles la clásica forma triangular y hornear.

 

Cómo preparar croissants en casa

Para quienes se animen a intentar prepararlos, la receta tradicional francesa requiere 500 g de harina de fuerza, 10 g de sal, 50 g de azúcar, levadura seca o fresca, 300 ml de leche tibia, 250 g de manteca, y un huevo batido para pintar.

 

El proceso completo para elaborar croissants caseros puede llevar entre 12 y 15 horas, entre preparación y reposos. Los pasos incluyen mezclar los ingredientes, el primer reposo, el laminado de la manteca, los pliegues y la fermentación final, seguido de un horneado de 20 a 25 minutos.

 

  • Preparar la masa: En un bol grande, combinar la harina, el azúcar y la sal. Disolver la levadura en la leche tibia y agregarla a la mezcla. Amasar hasta obtener una masa suave y homogénea. Cubrir con film y refrigerar por 2 horas.

     

  • Laminar la manteca: Colocar la manteca fría entre dos hojas de papel de horno y extenderla con un rodillo hasta formar un rectángulo de 20x20 cm. Refrigerar hasta que esté firme.

     

  • Integrar la manteca en la masa: Sobre una superficie enharinada, estirar la masa hasta obtener un rectángulo de 40x20 cm. Colocar la manteca en el centro y doblar los extremos de la masa sobre ella, sellando bien los bordes.

     

  • Primer plegado: Estirar la masa hasta formar un rectángulo de 60x20 cm y hacer un pliegue en tres partes, como si fuera una carta. Refrigerar por 1 hora.

     

  • Repetir el proceso de laminado: Realizar dos pliegues más, dejando reposar 1 hora entre cada uno, para completar un total de tres pliegues. Refrigerar por al menos 2 horas antes de continuar.

     

  • Dar forma a los croissants: Estirar la masa hasta un grosor de 5 mm y cortar triángulos de aproximadamente 8 cm de base y 20 cm de altura. Enrollar cada triángulo desde la base hasta la punta para formar los croissants.

     

  • Fermentación: Colocar los croissants en una bandeja con papel de horno, dejando espacio entre ellos. Cubrir con un paño y dejar fermentar en un lugar cálido durante 2 horas, hasta que dupliquen su tamaño.

     

  • Pintar y hornear: Precalentar el horno a 200 °C. Pincelar los croissants con huevo batido y hornear durante 20-25 minutos, hasta que estén dorados y crujientes.

     

  • Enfriar y disfrutar: Dejar enfriar sobre una rejilla antes de servir. ¡Listos para degustar!

     

 

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