Crisis en Boeing: huelga y deudas ponen en jaque su futuro financiero
La compañía aeronáutica enfrenta una de las peores crisis de su historia, la cual no parece tener fin.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Boeing no la está pasando nada bien. La situación de la empresa está complicada, ya que las conversaciones entre la compañía y su sindicato principal, que representa a unos 33.000 trabajadores, se vinieron abajo. El sindicato no aceptó las propuestas de Boeing después de dos días de negociaciones, y la empresa, cansada de la falta de avances, decidió retirar su oferta salarial. Para colmo, la huelga, que ya lleva cuatro semanas, le está costando a Boeing más de mil millones de dólares al mes..
S&P Global Ratings incluso advirtió que, si el tema sigue así, podrían bajarle la calificación crediticia a nivel "basura", lo cual sería un golpe durísimo para una empresa con una deuda que ronda los 60 mil millones de dólares. La directora de Boeing Commercial Airplanes, Stephanie Pope, tiró una bomba en un memo a los empleados diciendo que el sindicato no se tomó en serio las propuestas de la empresa y que las demandas que plantean son "no negociables". Así, la posibilidad de que las negociaciones se retomen en el corto plazo parece un sueño lejano.
Todo esto agrava los problemas que Boeing ya tenía. Recordemos que en enero hubo un problema gigante cuando se desprendió un panel de la puerta de un avión 737 MAX en pleno vuelo, lo que llevó a los reguladores de EE.UU. a poner freno a la producción de esos aviones. Esto, combinado con la huelga, dejó a la empresa quemando efectivo a un ritmo preocupante.
Para empeorar el panorama, Boeing está evaluando varias opciones para recaudar fondos, desde vender acciones hasta emitir bonos convertibles o acciones preferentes. Según se dice, los bancos de inversión como Goldman Sachs y JPMorgan ya le sugirieron que debería recaudar alrededor de 10.000 millones de dólares. Sin embargo, hay mucha incertidumbre sobre cómo las agencias de calificación verían estas movidas, ya que algunas de estas opciones podrían ser tratadas más como deuda que como capital, lo que complicaría aún más las cosas.
Por si fuera poco, Boeing ha tenido que suspender temporalmente a miles de empleados asalariados, y sus fábricas, que producen modelos clave como el 737 MAX y los aviones 767 y 777, están cerradas. Los planes para aumentar la producción del 737 MAX a 38 unidades por mes tampoco van a concretarse antes de mediados de 2025, según S&P.
Las acciones de Boeing no paran de caer. Desde que empezó la huelga el 13 de septiembre, la acción ya perdió más del 40% de su valor en lo que va del año. La empresa había hecho una oferta de último momento, proponiendo un aumento salarial del 30% y restablecer un bono por desempeño, pero el sindicato rechazó la propuesta, argumentando que no era suficiente.
El sindicato, que representa a los trabajadores de las fábricas en la costa oeste, está pidiendo un aumento salarial del 40% en cuatro años y la restauración de la pensión de beneficios definidos, eliminada hace una década. Los trabajadores están firmes en su postura, con más del 90% rechazando una oferta anterior que incluía un aumento del 25% en cuatro años.
Con todo este panorama, los analistas estiman que Boeing necesita recaudar entre 10.000 y 15.000 millones de dólares para evitar que las agencias de calificación como Moody's y S&P rebajen su deuda a nivel basura. Y si la huelga sigue extendiéndose, la situación será cada vez más insostenible para la empresa.
Las acciones de Boeing abrieron hoy miércoles a la baja un -3% a 150 dólares cada una.