Wall Street: Mercado selectivo entre las "Top Ten"
“El mercado es el mecanismo por el cual los impacientes les regalan sus papeles a los pacientes”, Warren Buffett.
Por Jorge Fedio
Analista y Fundador de Clave Bursátil
Enfrentamos una semana que puede llegar a ser difícil, no solo porque el miércoles se reúne el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) y decide si apura con el “tapering”, sino también por el vencimiento de Opciones del viernes.
Estamos ante la disyuntiva emocional de un “diciembre salvaje” si el mercado se pone bien feo, o de un “diciembre mágico” que suele potenciarse después del vencimiento de las Opciones. No lo sabemos. Ya nos vienen acostumbrando que tropiezos en la “onda de la gloria” tenemos, no se trata de un camino de suba despojada de inconvenientes, todo lo contrario, más bien de un tramo de suba dificultosa, de turbulencias, entre la inflación que levanta a 6.8 % anualizado y deja de ser “transitoria”, entre apurar con el “tapering” y las constantes amenazas de Ómicron y cepas nuevas que le pegan a los “no vacunados” y/o postergados en segundas y terceras dosis de vacunación.
Que los tiempos son difíciles, eso no se discute, pero también las dificultades, desgracias y en esta ocasión la “pandemia” genera cambios inesperados, revolucionarios. Paradigmas anteriores no los tienen contemplado y ahora son parte de una realidad que no se puede desconocer. La “revolución tecnológica” basada en la “inteligencia artificial” avanza a pasos agigantados y eso también vale para medir la actividad bursátil desde otra posición.
Nuestra “visión” va en esa dirección. Por este sendero se llega mucho más rápido con las expectativas de inversión. La adaptación lejos de ser generalizada, la miden indebidamente con los PER y los “value” en casos como estos no representan nada, solo perturban y confunden. Nos interesan las que vuelan tanto como sorprenden, como años ya, después de la “subprime” y antes que nos deje Steve Jobs Apple en cada trimestre y año nos sorprendía con novedades e innovaciones superadoras y es como se instaló y como llegó a las alturas que nadie pudo predecir antes, un mundo solo conocido por visionarios. Hoy tecnológicas de ese estilo nacieron como hongos después de la lluvia y detrás de las mismas hay que estar, son esa nueva onda que seduce con precios disparados.
Cambiaron los vientos y las cosas hay que evaluarlas acomodados a los tiempos presentes. No nos bajamos de Wall Street, por más que el Dow Jones Industrial lateralice, carga con ese apellido “industrial” que en el presente comenzó a envejecerse y por eso transita la “sin tendencia”. En cambio, el S&P 500 cierra la semana con otro récord histórico base cierre, el más alto del año. Desde luego que es representativo, luce con muy prolija tendencia alcista, transita un clásico “canal de suba”. No ocurrió lo mismo con el Nasdaq, dado que, a las tecnológicas, a algunas (5) de las TOP TEN trastabillaron y las describimos a continuación.
Igual no hay “sensación negativa”, la semana fue positiva: DJI +4 %, S&P 500 +3.82 % y Nasdaq Composite +3.61 %, muy similar a los 10 días del mes de diciembre: DJI +4.31 %, S&P 500 +3.18 % y Nasdaq Composite +0.60 %. De las marcaciones máximas Wall Street ajustó un montón, recordemos que el mes de noviembre fue malo y encima el primer día hábil del mes de diciembre fue pésimo.
Amazon viene ajustando desde el 19 de noviembre, con una baja representativa del 50 % de Fibonacci, similar Netflix (38.2 % de Fibonacci) y Tesla (50 % de Fibonacci). Sobre todo, castigaron a Nvidia (atrapada dentro de un triángulo) por esa noticia que Europa y La Comisión Federal de Comercio de EE. UU objetan con la ley antimonopolio la adquisición de la británica ARM (creador de la CPU más popular). Lamentablemente, esa ola negativa se contagió también AMD (61.8 % de Fibonacci). El resto de las TOP TEN muy bien: AAPL, FB, GOOG, MSFT y QCOM.
Insistimos, que nadie se rasgue las vestiduras que no estamos equivocados, fue impensada la suba de todos estos días, cuando venía volcándose desde mediados del mes de noviembre. Por cierto, desde nuestros informes negábamos un “diciembre salvaje”. Admitíamos bajas por doquier, pero insistíamos que solo podían ser salvados por los Top Ten tecnológicos, que, si bien acusaron la baja de los tres días de diciembre, sólo Facebook y Netflix tropezaron estructuras.
¿Es admisible un “diciembre salvaje” que anule la “suba navideña”? Según nuestra humilde opinión, de ninguna manera. Hoy el mercado está enfocado, tiene en la mira a las tecnológicas, a las industriales por el momento las está abandonando, corre la tendencia por donde sopla el viento de cola. La “revolución tecnológica” es una realidad que no se la puede negar.
Últimamente, las Top Ten acusaron el golpe, aunque no todas, una mitad si y la otra mitad no. AAPL, FB, GOOG, MSFT y QCOM en el “siga, siga” están de punta alcista, la otra mitad no, por cierto, asusta. A excepción de Amazon que viene lateralizando desde ya larga data, las restantes 4 fueron protagonistas de disparadas verticalizadas y ahora ajustan y descansan por algún dato que al mercado no le gusta y con esa excusa bajan (por ejemplo, a Nvidia le objetan la adquisición de ARM, a Tesla por las ventas que está haciendo Elon Musk).
Ahora bien, la cuestión es no perderle la huella, tanto dentro de la figura que transitoriamente descansan, los retrocesos de Fibonacci ante bajas importantes y/o el alcance de soportes extremos. Es que las Top Ten son el pelotón de suba que distorsionan el índice que componen, tanto el S&P 500 como el Nasdaq y, conforme José Antonio Madrigal “hay que estar en las que más suben”.
Vale decir, son las pocas de muy buena “racha alcista” dispararon a máximos cuando hay un grueso enorme de las restantes que están orillando mínimos. Desde luego que esto desestabiliza a los tradicionales analistas fundamentales que con distintas ratios miden la evolución de los activos y esas tecnológicas se les salieron del libreto. No pasa lo mismo con los analistas técnicos que se ocupan del seguimiento y las curvas de precios que dejan en el camino y nos prendemos de la tendencia como dato prioritario.
No todos opinan lo mismo, cada cual con su postura encara el mercado con tal de ganarle. Nosotros, como ya lo saben, estamos enfocados casi exclusivamente de ese conjunto de acciones detrás de la “revolución tecnológica” y “la inteligencia artificial”, como otros lo están detrás de las criptos. Es que a la bolsa es necesario saber encararla, buscarle la vuelta, dado que es la fuente inagotable de las “oportunidades”.
Para saber cuáles son las que más suben, es imprescindible leer el gráfico y encontrar la tendencia, por ahí hay viento de cola. No nos salvan las que están muy abajo y regaladas si no muestran tendencia, pueden quedar así de abandonadas por demasiado tiempo.
Para cambiar de opinión, como mínimo necesitamos que la tendencia alcista se quiebre. Es necesario ver algún patrón de “reversión” que obligue a institucionales y manos duras a desprenderse de sus tenencias. Ese tiempo no es ahora, tal como lo venimos señalando, menos en la temporada de una pauta estacional de las fiestas y fin de año.
¿Cómo quedaron esta semana el S&P500?
El 4° trimestre, estacionalmente el mejor del año, en esta ocasión, no es el apropiado para un desastre, de manera que no se está para apagarle la luz a Wall Street que por algo brilla con luz propia más de 12 años y, aun así, a la euforia no llega. Es que no todas suben, son las tecnológicas las que se dispararon.
Prolija fue la suba del S&P 500. Acusó el ajuste del mes de septiembre de lleno, se fue “contra las cuerdas” pero no se salió del “canal de suba”. Preservó la pendiente alcista que nace de la “Noche de Brujas” (Halloween) del 30-oct pasado y con sucesivos y encadenados récords históricos, de los 3.646 de nov-2020, seguido de 3.950 y 4.238, hasta alcanzar el borde superior del “canal de suba” con el más reciente récord histórico de 4.743,83.-
Ese trencito escalando alturas se interrumpió en el mes de septiembre con un ajuste de todo un mes y fue el que provocó revuelo y temor. Encendió las alarmas, aunque la caída no fue mayo, pudo atajarse con la WMA 200 ruedas, a su vez soporte extremo junto al correspondientes a la franja inferior del “canal de suba” desde donde remonta, gira y revierte, en un principio como “rebote a reversión” y ahora ya como de “reversión” confirmada.
Volver a transitar por sobre los 4.400 resultó clave, habilitó la recuperación y nuestro objetivo de alcance a los 4.700 oportunamente señalados y al que ya volvió con el récord histórico base cierre en los 4.712.- Ese recorrido de sucesivos récords históricos no pierde vigencia y, dentro de la misma estructura alcista, tiene espacio para ir sumando.
Sabemos que el S&P 500 es el índice que los conservadores, expertos y tradicionales analistas, lo siguen y lo miden todo el tiempo. Si tiene para más, todo indica que sí, difícilmente se frustre la estacionalidad alcista, conforme lo señalamos en la primera parte de este mismo informe, no presenta quiebre alguno, solo ajustes internos dentro de la estructura alcista de un “canal de suba”.
Conclusión:
El pánico inducido de “Black Friday” dividió las aguas en Wall Street, apartó a las tradicionales, a las financieras e industriales, las empujó a la banquina, tanto al Dow Jones Industrial como al Russell 2000 y dejó correr en tendencia a las farmacéuticas y tecnológicas del S&P 500 y Nasdaq.
La ordenada secuencia alcista que representa LA TENDENCIA fue la responsable de la presente hazaña. Nosotros a esa tendencia nos colgamos, nos hicimos amigos y la disfrutamos, estamos felices y es como tenemos asegurado el éxito. No dudamos que Wall Street está transitando la “onda de la gloria”, solo que el “Bull Market” no es con todas, como suele ocurrir, por el momento comanda la suba con dos sectores, el tecnológico y el farmacéutico.
Abrazados a LA TENDENCIA nos sentimos cómodos y a la “onda de la gloria”, no la discutimos, no hay necesidad alguna, solo nos dejamos llevar y es como todo el tiempo la aprovechamos. Somos casi únicos, puede ser, y eso que importa, lo importante es que siga subiendo y nos deje pagando. Nunca nos entretenemos con los ajustes mientras la tendencia tenga vigencia, de eso que se encarguen los demás que eso les encanta hacer y lo único que logran que una vez que los resultados no los acompañen, los abandonen. Vimos negar a muchos analistas la tendencia y así les fue, se jugaron en contra y les fue re-mal, ahora otra vez insisten como de costumbre, y muy probablemente también les vaya mal.
El 4° trimestre del año estacionalmente es el mejor del año, no debiera frustrarnos, por más que se crucen tantos supuestos negativos como todos los que en distintos informes se publican, asustando con la altísima inflación, la tasa y Ómicron. Son ellos que nos dicen que estamos locos con el “siga, siga” de la presente tendencia.
Digan lo que digan, a la suba que estamos experimentando no se la puede ocultar, menos negar, por más que tropecemos con el presente ajuste que mete miedo.
Esta estacionalidad tiene su propia fiesta, “la suba navideña y de fin de año hasta reyes”, para los chicos “la suba de papa Noel”, para los grandes “la suba de la sidra y el pan dulce” y para los chetos “la suba de champagne y las cañitas voladoras”, unidas todas “las fiestas de fin de año”, cuya temporada ya arrancó y todavía Wall Street en diciembre que arrancó muy mal y aun así a hoy acumula signo positivo: DJI +4.31 %, S&P 500 +3.18 % y Nasdaq Composite +0.60 %.
Sabemos que “en Wall Street barato no hay nada”, lleva 12 años de suba y todo ya tiene precio, pero como sigue subiendo, los ajustes son de aprovechar “con mercado en tendencia, toda baja es oportunidad de compra”.
Reconocemos que técnicamente somos muy tercos e INQUEBRANTABLES, nunca cambiamos nuestra postura con correcciones que en el camino se nos cruce, siempre que la razón técnica nos asista.
La “pandemia” hizo estragos en el mundo, trajo consigo la desgracia, mucha muerte, pero también fue clave y determinante para el éxito, trajo el cambio, le dio empuje a la “cuarta revolución de la ciencia y tecnología” o como se la quiera llamar a todo lo referente a la Inteligencia Artificial.
Revolución a un cambio superador, crea valor de forma distinta a la tradicional y presenta muchas ventajas más: es más rápida, es más independiente, es más limpia, es más efectiva, es de crecimiento exponencial y hoy ya no lo podemos soslayar. La bolsa, ni lerda, ni perezosa, se dio cuenta a tiempo y detrás de la misma se prende, sube y se deja llevar con las tecnológicas. Vale decir, encontró nueva sustentabilidad que se suma a la tendencia.
A la bolsa antes que nada hay que entenderla: La Bolsa es psicología, descuenta expectativas, no es economía (José Luis Cava). Además, se anticipa, imposible ignorarla y, contra todo lo que se diga, hace su juego. Nunca la bolsa fue fácil, tampoco lo es ahora “navegando en las alturas nunca vistas”. “Somos técnicos y nos valemos de argumentaciones que persisten y no se borran fácilmente".