La FED se prepara para otro recorte: buscan enfriar el desempleo sin frenar la economía

El banco central de Estados Unidos volvería a bajar la tasa de interés esta semana en un cuarto de punto, intentando darle aire al mercado laboral sin perder el control sobre la inflación. No sería el último ajuste del año.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 0 horas

La Reserva Federal de EE:UU está a punto de mover una ficha clave: bajaría las tasas de interés por segunda vez en el año, buscando que la economía norteamericana no pierda ritmo justo cuando el mercado laboral empieza a mostrar señales de cansancio. Las solicitudes de seguro de desempleo vienen en aumento, y eso preocupa. A la vez, la inflación, que venía siendo un dolor de cabeza, se enfrió un poco: el último dato marcó un 3% anual en septiembre, lo que le dio margen al organismo para relajar su postura.

 

La vicepresidenta de supervisión, Michelle Bowman, ya había adelantado que los “ajustes adicionales” mencionados en el comunicado anterior de la Fed no eran casualidad: el mensaje apuntaba a que podrían venir más recortes en los próximos meses. Y los analistas, desde bancos como JP Morgan o Deutsche Bank, coinciden en que, aunque la entidad no va a prometer nada de manera explícita, dejará la puerta abierta para otro recorte antes de fin de año. Todo dependerá de cómo se comporten los datos del mercado laboral y de inflación en las próximas semanas, una vez que se normalice la publicación de estadísticas tras el cierre del gobierno.

 

De confirmarse la baja, la tasa de referencia quedaría entre 3,75% y 4%, un nivel que los mercados ya dan por descontado. Aun así, la presión política sobre el presidente de la Fed, Jerome Powell, sigue fuerte: la administración Trump viene reclamando una política más expansiva para impulsar el crecimiento. Dentro del propio comité, sin embargo, hay voces que piden cautela, recordando que la inflación todavía está lejos del objetivo del 2%. Otros, en cambio, creen que si no se sigue actuando a tiempo, el empleo podría deteriorarse más rápido de lo previsto.

En definitiva, la Fed camina por una cuerda floja: intenta sostener el trabajo sin reavivar la inflación, mientras los mercados esperan señales más claras sobre el rumbo del dinero barato. Powell, por ahora, juega a mantener las cartas tapadas y evita comprometerse con un calendario.

 

Lo que está claro es que el recorte de esta semana no será el último capítulo. Con una economía global que sigue mostrando altibajos y una Casa Blanca ansiosa por mantener el impulso, todo indica que el 2025 terminará con la Fed todavía en modo “flexible”, buscando que el aterrizaje de la economía norteamericana sea lo más suave posible

 

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