Brasil: desafíos económicos y oportunidades de inversión en 2025
El humor pesimista de los inversores sigue predominando, y tras más de cuatro años de debilidad en los activos brasileños, parece que un cambio político rotundo sería más determinante que cualquier oportunidad de corto plazo.
Por Tomás Rodríguez
BDI Consultora
Tasas de Interés, depreciación, crecimiento e inflación
En los últimos meses, Brasil ha enfrentado un desafiante panorama económico marcado por la suba de tasas de interés, expectativas de desaceleración en el crecimiento y una fuerte depreciación del real, lo que ha intensificado la presión inflacionaria.
Sin embargo, en enero de 2025 la inflación interanual se ubicó en 4,56%, un leve descenso respecto al 4,83% de diciembre. Sumado a esto, el Banco Central ha mantenido una política monetaria restrictiva desde septiembre del año pasado, llevando la tasa de política monetaria del 10,75% al 13,25% anual, y proyectando un 15% anual para fin de año con el objetivo de contener la suba de precios.
Esto es una mala noticia para las empresas Brasileñas y el crecimiento general del país. A pesar de que en 2024 el PBI creció un 3,3%, se espera una desaceleración al 2,1% en 2025 debido al impacto de la política monetaria contractiva.
A esto se le suma la preocupación por la depreciación del real del 27% en USD en 2024, pero que no estuvo relacionada con un desequilibrio en las cuentas externas, sino con el deterioro de las expectativas por la política fiscal laxa del Gobierno.
A pesar de estos esfuerzos, la inflación podría cerrar el año en 5,58%, por encima del techo de la meta del 4,50%.
Elaborado en base al Banco Central de Brasil
Mínimos en USD, ¿cambio de tendencia?
El valor de las empresas brasileñas pareció no encontrar piso durante 2024, como refleja la evolución del Bovespa, el principal indicador bursátil, que en dólares había alcanzado niveles por sobre los 65.000 y 62.000 usd en 2008 y 2010, y estaba a casi 27.000 a principios de 2024. Sin embargo, hoy apenas supera los 21.000, uno de los niveles más bajos en lo que va del siglo.
¿Cuándo se estuvo peor? En 2016 durante el proceso de recesión, crisis fiscal y destitución de la entonces presidente, Dilma Rousseff ; en 2020, durante la pandemia; y 2009, en el peor momento de la crisis financiera mundial, el índice llegó a niveles inferiores al actual.
Elaborado en base a US Bureau of Labor Statistics, Investing y Banco Central de Brasil
A pesar de haber estado recuperando desde comienzos de 2025, la caída del Bovespa de 29.5% en dólares durante 2024, junto con ratios de valuación de las empresas que lucen atractivos en términos históricos, hace pensar que tomar exposición a las acciones en Brasil puede ser una buena opción.
Sin embargo, si miramos los mínimos del Bovespa en dólares constantes, como los de 2020 (USD 17.266 puntos) y 2016 (USD 13.509 puntos), el índice todavía tendría espacio para caer en dólares desde los niveles actuales.
Con esto, queremos mostrar que, a pesar de la caída cercana de un 30% en dólares en 2024, el índice todavía puede tener espacio para caer a corto plazo.
Conclusiones
El deterioro que han experimentado los activos brasileños en 2024 los ha puesto en el radar de numerosos inversores. De hecho, el Bovespa exhibe niveles de valuación que resultan atractivos en comparación con su historia. No obstante, en términos de dólares constantes, aún existe margen para que el índice retroceda a niveles mínimos recientes, como los de marzo de 2020 o enero de 2016. Aunque sin embargo, no parece el caso más probable considerando las proyecciones para 2025.
La falta de confianza en la disciplina fiscal del Gobierno, sumada a la incertidumbre política y el fortalecimiento del dólar, configuran un escenario desafiante para Brasil. Además, la incertidumbre sobre las posibles políticas arancelarias de Estados Unidos bajo la administración de Trump podrían afectar a la región, generando posibles interrogantes sobre la necesidad de reforzar el vínculo comercial de Latinoamérica con China.
Por otro lado, la llegada de un nuevo presidente al Banco Central y la cercanía del proceso electoral configuran y desestabilizan aún más el panorama. Esto podría complicar aún más el panorama si no se logran alcanzar mayores acuerdos en el Congreso, mientras la aprobación del presidente sigue cayendo.
En definitiva, dadas las tasas de interés elevadas y la falta de una estrategia fiscal clara, la oportunidad de inversión en acciones brasileñas podría darse con mayor probabilidad en 2026 en lugar de 2025. El humor pesimista de los inversores sigue predominando, y tras más de cuatro años de debilidad en los activos brasileños, parece que un cambio político rotundo sería más determinante que cualquier oportunidad de corto plazo.
