Tesla planea abrir su propia megafábrica de chips para dominar la inteligencia artificial

El CEO de Tesla deslizó que la compañía podría construir una “gigantesca planta de chips” y hasta asociarse con Intel. La meta: abastecer su ambicioso desarrollo en conducción autónoma y robótica, y dejar de depender de otros gigantes tecnológicos.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

Elon Musk volvió a sorprender con un anuncio que mezcla ambición, innovación y una buena dosis de show. En la asamblea anual de Tesla, el empresario contó que la automotriz “probablemente tenga que construir una gigantesca fábrica de chips” para poder cumplir con sus planes de inteligencia artificial. Además, tiró la bomba de que podrían trabajar junto a Intel, aunque aclaró que todavía no hay ningún acuerdo firmado.

 

“Quizás hagamos algo con Intel, vale la pena charlarlo”, dijo Musk ante una platea de accionistas que lo aplaudía a rabiar. La frase bastó para que las acciones de Intel subieran un 4% en el mercado después del cierre. No es poca cosa: la histórica firma estadounidense viene perdiendo terreno frente a Nvidia en la carrera por los chips de IA y necesita nuevos clientes que impulsen su tecnología de punta.

 

El comentario llegó justo después de que Musk consiguiera la aprobación de su millonario paquete salarial de un billón de dólares, lo que refuerza su liderazgo dentro de Tesla. El magnate aseguró que la empresa ya está trabajando en su quinta generación de chips de inteligencia artificial, el AI5, que alimentará los sistemas de conducción autónoma, incluido el famoso software Full Self-Driving.

 

Actualmente, Tesla depende de proveedores como TSMC en Taiwán y Samsung en Corea del Sur para fabricar sus chips. Pero según Musk, ni siquiera las proyecciones más optimistas alcanzan: “Aun en el mejor de los casos, la producción de nuestros proveedores no da abasto. Así que creo que vamos a tener que hacer una Tesla Terafab —como una gigafábrica, pero mucho más grande—. No veo otra forma de lograr el volumen que necesitamos”.

El plan, explicó, apunta a fabricar al menos 100.000 obleas por mes, un número que suena casi descomunal. Musk adelantó que los primeros chips AI5 saldrían en 2026, con una producción masiva prevista para 2027. Y ya se habla del AI6, que llegaría en 2028 con el doble de rendimiento y utilizando las mismas instalaciones.

 

Según el propio Musk, este nuevo chip será barato, eficiente y diseñado específicamente para el ecosistema Tesla: consumiría solo un tercio de la energía del modelo Blackwell de Nvidia y costaría apenas un 10% de producirlo. “Estoy re enfocado en los chips ahora —lo deben haber notado—. Tengo los chips en la cabeza todo el tiempo”, bromeó, fiel a su estilo.

 

Más allá del humor, el proyecto tiene un trasfondo estratégico. Si Tesla logra fabricar sus propios chips a gran escala, ganaría independencia frente a Nvidia, que hoy domina el mercado, y podría posicionarse como un jugador clave en la industria de la IA. Además, una fábrica propia reforzaría el control de Musk sobre toda la cadena tecnológica de la empresa, desde el software hasta el hardware.

 

En Wall Street, el anuncio fue leído como otro paso en el viraje de Tesla: de simple fabricante de autos eléctricos a una potencia de inteligencia artificial y robótica. Y si algo demostró Musk hasta ahora, es que cuando promete algo “imposible”, más de uno termina quedando atrás mientras él ya está pensando en lo que viene después.

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?