Respiro para YPF en Nueva York: Preska frena una avanzada de Burford y le da aire a la petrolera
En el largo juicio por la expropiación, la jueza del Distrito Sur de Nueva York tomó una decisión técnica que beneficia a YPF y le compra tiempo frente a un posible embargo.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En medio del intrincado y eterno juicio que se tramita en Estados Unidos por la expropiación de YPF, la jueza Loretta Preska, a cargo del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, tomó una decisión que le dio un alivio a la petrolera argentina. Se trata de una medida administrativa, pero que en la práctica funciona como un freno a una de las ofensivas más sensibles del fondo Burford Capital.
“Regalo navideño para YPF”, resumió Sebastián Maril, CEO de Latam Advisor y especialista en esta causa, por la que el Estado argentino fue condenado en primera instancia en 2023 a pagar US$ 16.000 millones, cifra que ya supera los US$ 18.000 millones si se suman los intereses que corren día a día. Burford, un fondo inglés que cotiza en Wall Street y compró los derechos para litigar, es el principal impulsor del reclamo.
La decisión conocida ahora no entra en el fondo del litigio, pero no deja de ser una buena noticia para la empresa. El conflicto central sigue en etapa de apelación: tanto la Argentina como Burford apelaron la sentencia “madre” de 2023. El Gobierno sostiene que el fallo fue incorrecto, mientras que el fondo cuestiona que Preska haya dejado afuera del proceso directamente a YPF.
Tras más de dos años de espera, en octubre pasado se realizó la audiencia de apelación. Desde la Procuración del Tesoro creen que los abogados del Estado argentino tuvieron un mejor desempeño que su contraparte. De todos modos, la definición recién llegaría en la primera mitad de 2026. Mientras tanto, el Gobierno ya anticipó que agotará todas las instancias, incluso la Corte Suprema de Estados Unidos, y que no habrá negociación alguna con Burford.
El problema para la Argentina es que en el sistema judicial estadounidense las sentencias pueden ejecutarse aun cuando están apeladas. Por eso Burford viene intentando cobrar desde el año pasado. En ese marco presentó distintos pedidos ante el juzgado de Preska, como quedarse con el 51% de las acciones de YPF o demostrar que el Estado argentino y la petrolera son lo mismo, bajo la figura del “alter ego”.
Según explicó Maril, la jueza accedió a la solicitud de YPF de frenar esa etapa del proceso, luego de que la propia Preska hubiera habilitado el discovery y rechazado que la empresa se defienda por separado, al considerar que ya está representada por el Estado argentino. Esa negativa fue apelada por YPF, y hasta que la cámara decida, el proceso queda en pausa.
En paralelo, el fondo buitre Burford mantiene su estrategia de ampliar el alcance del cobro. En su intento por probar el “alter ego”, incluyó a todas las empresas donde el Estado argentino tiene participación: YPF, Enarsa, Aerolíneas Argentinas, el Banco Nación e incluso el Banco Central, con activos sensibles como el oro de las reservas que estaría depositado en Londres.
En ese contexto, la suspensión del discovery funciona como un freno clave. No resuelve el juicio, pero le da tiempo a YPF para evitar embargos mientras se define si puede o no representarse de manera independiente del Estado. Es, en los hechos, una bocanada de aire en una causa que sigue siendo una de las mayores amenazas financieras para la Argentina.
Por ahora, el fallo de Preska deja en claro que confía en que su decisión anterior será respaldada en la apelación. Sin embargo, hasta que eso ocurra, YPF gana margen para ordenar su defensa y reducir riesgos. Un alivio técnico, pero importante, en un litigio que parece no tener fin y que seguirá marcando la agenda económica y judicial durante varios años más.
