Nuevas trabas para empresas de semiconductores: EE.UU vuelve a la carga contra los chips chinos

Antes de la vuelta de Donald Trump al poder, el gobierno de Joe Biden también va con todo contra los semiconductores chinos.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Lunes 02 de diciembre del 2024 a las 10:48 am

 

Hoy lunes, Estados Unidos mete la tercera marcha en su cruzada contra la industria de chips china. Esta vez, la movida incluye restricciones a 140 empresas, entre las que destaca Naura Technology Group, una fabricante de equipos para semiconductores. ¿El objetivo? Frenar a China en la carrera tecnológica, especialmente en lo que respecta a inteligencia artificial con usos militares. También van por más de 100 fabricantes de herramientas chinas, como Piotech y SiCarrier Technology.

 

El gobierno de Biden apunta directo a los chips de memoria avanzados (los HBM, claves para entrenar IA), y además mete mano en 24 herramientas más para fabricar chips, junto con tres programas de software. Esto puede pegarle duro a gigantes como Lam Research, KLAC y Applied Materials, pero también a jugadores no americanos, como la holandesa ASM International.

 

Entre las empresas que caen bajo la lupa, hay nombres como Swaysure, Qingdao Si'en y Shenzhen Pensun, que tienen vínculos con Huawei. Estar en esta lista negra significa que, si sos proveedor estadounidense, necesitás una licencia especial para venderles algo, y generalmente la respuesta es "no".

 

Japón y Países Bajos zafan un poco del conflicto: no se les aplican las reglas más estrictas sobre productos extranjeros directos. Pero a países como Singapur o Corea del Sur, sí. Básicamente, si algo tiene tecnología estadounidense adentro, EE. UU. quiere controlarlo.

 

China, por su parte, viene pisando el acelerador para lograr la autosuficiencia en la fabricación de semiconductores. Si bien ha avanzado bastante, todavía está a años luz de gigantes como Nvidia o ASML. Pero la presión de EE. UU. solo refuerza la determinación china de reducir su dependencia tecnológica del extranjero, lo que podría tener consecuencias impredecibles a largo plazo.

Estas medidas vienen justo antes de que Donald Trump vuelva a jurar como presidente. Se espera que siga con la misma línea dura de Biden. En definitiva, la pelea por la hegemonía tecnológica entre EE. UU. y China está más caliente que nunca, y los chips son el campo de batalla central.

 

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