Las razones por las cuales los rumores de compra de Disney por Apple son infundados
Mucha especulación ha habido por parte de los inversores sobre una posible compra de Apple sobre Disney, los hechos desmienten categóricamente esa posibilidad
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En las últimas semanas se ha especulado mucho acerca de una posible compra de los activos de Disney por parte de Apple, no obstante existen algunos puntos para aclarar porque los planetas no están alineados para que la empresa fundada por Steve Jobs vaya por la creada por Walt Disney hace casi 100 años.
Apple se ha caracterizado por no comprar empresas de marca, la adquisición más cercana a ello fue la compra en 2014 de Beats Electronics por 3000 millones de dólares. En ese aspecto difiere mucho de su rival, Microsoft quien sí ha hecho onerosas compras de empresas como la más reciente Activision Blizzard por 69 mil millones de dólares o Linkedin por 26 mil millones, entre otras.
En su autobiografía de 2019, “The Ride of a Lifetime”, Bob Iger reconoció que cree que Disney y Apple podrían haberse fusionado si Jobs, quien falleció en 2011, hubiera vivido más. “Creo que si Steve todavía estuviera vivo, habríamos combinado nuestras empresas o al menos habríamos discutido la posibilidad muy seriamente”, escribió Iger.
No está claro ni tampoco hay indicios fuertes de que Apple tenga interés en comprar Disney en la actualidad. Apple no tiene ninguna competencia central para administrar parques temáticos o vender los tipos de productos de consumo que ofrece Disney. Es casi seguro que no le gustaría estar en el moribundo negocio de la televisión por cable.
Por otro lado, si Apple quiere gastar más de 100 mil millones de dólares en una adquisición, adquirir un negocio de ESPN con suscriptores cada vez más reducidos y un negocio de contenidos centrado en el streaming, que actualmente pierde dinero, puede no ser su opción.
Las posibilidades de que el Gobierno estadounidense permita a Apple aumentar su dominio sobre la economía global parecen mínimas. El proceso llevaría mucho tiempo y sería complicado, lo que generaría una incertidumbre innecesaria para ambas empresas.
La historia de las grandes fusiones de medios (AOL comprando Time Warner, AT&T comprando Time Warner, CBS y Viacom fusionándose, Discovery y Warner Media) nos han dejado enseñanzas de que suenan bien al principio pero luego se convierten en una inmensa destrucción de valor.