Las acciones de Boeing se hunden tras la huelga general de trabajadores

La huelga de los trabajadores de Boeing por el reclamo de mejores salarios llega en un momento complicadísimo para la empresa aeronáutica.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Viernes 13 de septiembre del 2024 a las 12:12 pm

 

Los trabajadores de las fábricas de Boeing en la Costa Oeste de Estados Unidos pararon hoy viernes después de rechazar masivamente un nuevo acuerdo laboral. Esto detuvo la producción del avión más vendido de la empresa y provocó una caída del 2% en las acciones. Este es el primer paro desde 2008, justo cuando la compañía está bajo la lupa de los reguladores y clientes, tras un incidente grave con un panel de una puerta de un 737 MAX en enero.

 

El golpe a Boeing es fuerte: las acciones cayeron un 2,1% en la mañana del viernes, acumulando una pérdida del 38% en lo que va del año, lo que equivale a unos 58.000 millones de dólares en valor de mercado. El nuevo CEO, Kelly Ortberg, que llegó hace pocas semanas para calmar las aguas, ofreció un aumento salarial del 25% en cuatro años, pero los trabajadores quieren más: un 40%.

 

Unos 30.000 miembros del sindicato IAM, que produce el 737 MAX y otros aviones en Seattle y Portland, rechazaron el contrato por un 94,6% y votaron a favor de la huelga en un 96%. Jon Holden, líder del sindicato, dijo que están "luchando por su futuro" y que volverán a la mesa de negociaciones lo antes posible. Boeing, por su parte, se mostró dispuesto a renegociar, admitiendo que la propuesta no era aceptable para sus empleados.

 

La huelga podría complicar aún más las finanzas de Boeing, que ya tiene una deuda de 60.000 millones de dólares. Bank of America sugiere que la empresa podría tener que acercarse más a la oferta inicial del sindicato para evitar una prolongada paralización.

El paro también afecta a proveedores clave como Spirit Aerosystems, cuyas acciones cayeron un 0,6%. Además, se estima que una huelga prolongada podría costarle a Boeing entre 3.000 y 3.500 millones de dólares en flujo de caja, basándose en la última huelga de 2008 que cerró plantas por casi dos meses.

 

Desde la Casa Blanca, la administración Biden se puso en contacto con ambas partes, alentando negociaciones de buena fe. Sin embargo, una huelga larga podría afectar no solo a Boeing, sino también a las aerolíneas que dependen de sus aviones y a los proveedores que fabrican las partes necesarias para su producción.

 

Mientras tanto, en las fábricas de Seattle, los trabajadores siguen firmes, con carteles de "En huelga contra Boeing" y gritando al unísono “¡Huelga! ¡Huelga!”. James Mann, un joven trabajador, aseguró: "Estamos dispuestos a seguir hasta que consigamos lo que merecemos".

 

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