Fiserv se derrumba en Wall Street y culpa a la Argentina como uno de los motivos de la caída
Las acciones de la gigante tecnológica cayeron más del 40% en un solo día y la compañía admitió que su “alta exposición” a la economía argentina fue una de las principales causas.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La estadounidense Fiserv, una de las mayores empresas del mundo en tecnología financiera y procesamiento de pagos, vivió un verdadero miércoles negro: sus acciones se desplomaron más de 43% en Wall Street, lo que significó una pérdida de valor de unos US$29.000 millones. En el centro de las explicaciones apareció —otra vez— la Argentina.
Según explicó la propia compañía, el deterioro del entorno económico local fue uno de los factores que golpeó su desempeño global. “Nuestro rendimiento no está donde queremos que esté ni donde nuestros accionistas esperan”, reconoció sin rodeos el CEO de la firma, Mike Lyons, ante los inversores.
El ejecutivo detalló que la depreciación del peso argentino tras el levantamiento del cepo cambiario y la desaceleración económica impactaron fuerte en los márgenes de ganancia. Hasta el año pasado, Fiserv se había beneficiado de la inflación alta y de las tasas elevadas en el país, un contexto que había impulsado su negocio de anticipos y generado crecimientos extraordinarios: 257% en 2023 y 329% en 2024. Pero el cambio de escenario con la estabilización bajo la gestión de Javier Milei le quitó ese impulso.
El Financial Times señaló que la dependencia de Fiserv con respecto a la Argentina era tan grande que, en su momento, el país llegó a ser uno de los motores de expansión más rentables de la firma. Sin embargo, ahora la situación se dio vuelta: la economía argentina, más tranquila pero aún frágil, terminó siendo un lastre para las proyecciones.
La firma también tuvo que ajustar sus previsiones para 2025, recortando su estimación de crecimiento del negocio del 10% original a un rango de entre 3,5% y 4%. “En julio revisamos a la baja algunas expectativas poco realistas, reflejando las condiciones actuales en Argentina y el avance real de los nuevos lanzamientos”, explicó Lyons, en un intento por mostrar un enfoque más prudente.
En el mercado, el desplome generó ruido y abrió un debate sobre la exposición de grandes multinacionales al contexto argentino. Analistas en Nueva York coincidieron en que Fiserv no es la única compañía con fuerte dependencia de economías emergentes, pero su caso encendió las alarmas sobre el riesgo de concentrar ganancias en países volátiles.
Mientras tanto, en Buenos Aires, las autoridades económicas observaron el episodio con atención. Aunque el golpe fue externo, el hecho de que una firma global identifique a la Argentina como un factor de inestabilidad no pasa desapercibido. En tiempos en que el Gobierno busca recuperar confianza internacional, estos tropiezos en el exterior también pesan en la percepción sobre la recuperación local.
Hoy viernes las acciones de Fiserv (FI) en Wall Street rebotaban apenas un 2% arriba, a 66 dólares cada una.
