Fin de la huelga de Boeing luego de dos meses de conflicto: ¿Y ahora?

El dilatado paro de actividades laboral en reclamos de mejores salarios llegó a su fin en Boeing. Ahora la empresa debe enfocarse en resurgir financieramente.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Martes 05 de noviembre del 2024 a las 2:33 pm

 

Después de siete semanas de huelga, los trabajadores de Boeing en la Costa Oeste de Estados Unidos aceptaron un nuevo contrato con la empresa, con un 59% de votos a favor. Este acuerdo, que incluye un aumento de sueldo del 38% en cuatro años, pone fin a un paro que frenó gran parte de la producción de aviones y dejó a la compañía en un aprieto financiero. Para el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, esto trae cierto alivio después de que los empleados rechazaran dos ofertas anteriores.

 

"Es una victoria, volvemos a trabajar con la cabeza en alto", comentó Jon Holden, representante sindical, en un mensaje a sus colegas. A pesar del resultado positivo, el ambiente en Boeing no está completamente tranquilo. Hay descontento, y el 41% de los votantes sigue sin estar satisfecho con el contrato. Ortberg, el nuevo CEO, mencionó a los empleados que ahora toca enfocarse en "volver a la excelencia que hizo de Boeing una marca icónica".

 

La huelga fue la primera en 16 años para el sindicato más grande de Boeing, que representa a unos 33.000 trabajadores involucrados en modelos como el 737 MAX y el 777. Ellos buscaban no solo un buen aumento salarial, sino también el retorno de una pensión que perdieron hace diez años, aunque lograron una mejora en las contribuciones para el plan de jubilación 401(k).

El presidente Joe Biden, que siempre apoyó a los sindicatos, felicitó a ambas partes y aseguró que "la negociación colectiva funciona". Ortberg, en cambio, aún enfrenta desafíos: debe recomponer la relación con los empleados y retomar la producción, que quedó golpeada. La huelga frenó la fabricación de aviones, y ahora esperan tardar semanas en volver al ritmo normal. Boeing también está ajustando cuentas, ya que se estima que perdió alrededor de 100 millones de dólares por día durante el paro.

 

La tensión dentro de Boeing sigue, y muchos empleados expresaron que se sienten poco valorados. Los salarios se mantuvieron por debajo de la inflación durante la última década, mientras que la empresa priorizó recompras de acciones y premios a sus ejecutivos. Para los analistas, la relación entre la dirigencia y los trabajadores es el principal obstáculo que Ortberg debe resolver para recuperar la confianza y el flujo de caja de la empresa.

 

Aunque Ortberg intentó mostrarse cercano a los empleados, algunos lo ven igual que sus predecesores. "Vino con promesas de cambio, pero al final es más de lo mismo", expresó Cory Thompson, un inspector de calidad en la planta de Everett. La última semana Ortberg participó directamente en las negociaciones, lo que fue clave para cerrar el acuerdo.

 

A futuro, Boeing tendrá que reestructurar no solo su producción de aviones, sino también su división de defensa y espacio. Para Ortberg, el reto será enorme: debe unir a una empresa que se siente dividida y asegurar que el próximo paso de Boeing sea mejor que su pasado reciente.

 

A media rueda del martes, las acciones de Boeing caían cerca del 1,3%, a 152 dólares por acción.

 

 

 

 

 

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