¿Un nuevo ciclo para los emergentes?: Diego Martínez Burzaco en la Expo EFI 2025
Durante su exposición en la Expo EFI 2025, el economista Diego Martínez Burzaco presentó un diagnóstico sobre la economía global y su impacto en los países emergentes.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Durante su exposición en la Expo EFI 2025, el economista Diego Martínez Burzaco presentó un diagnóstico sobre la economía global y su impacto en los países emergentes.
Bajo el leitmotiv “cuando Estados Unidos se resfría, las economías emergentes se engripan y Argentina se agarra una neumonía”, Burzaco repasó los factores geopolíticos, financieros y estructurales que moldean el panorama actual, haciendo especial hincapié en los desafíos y oportunidades para América Latina.
La dificultad de anticipar una recesión en EE.UU.
Según el economista, la tarea de predecir una recesión en Estados Unidos —oficialmente definida como dos trimestres consecutivos de caída del PBI— se ha vuelto cada vez más compleja. Desde la posguerra solo se registraron ocho recesiones en la principal economía del mundo, y a pesar de múltiples advertencias tras la crisis del COVID-19, ninguna se concretó. En ese sentido, Burzaco destacó que “la incertidumbre se volvió estructural” tras el giro proteccionista inaugurado por Donald Trump, cuyas políticas arancelarias rompieron con décadas de impulso al libre comercio.
Emergentes: ¿fragilidad o blindaje?
Un punto central de la exposición giró en torno al rol de los países emergentes en este nuevo tablero geopolítico. Martínez Burzaco planteó que, aunque la región muestra una debilidad estructural por su baja integración al comercio global, esa misma marginalidad la protegió de los impactos más duros de la guerra comercial entre EE.UU. y China.
Latinoamérica fue una de las regiones menos afectadas por las represalias arancelarias, lo que abre dos caminos: aprovechar esa “neutralidad” para insertarse estratégicamente, o resignarse a seguir sin protagonismo. En palabras del expositor, “los países de la región deben convertirse en grandes equilibristas, sabiendo navegar entre la influencia creciente de China y el renovado interés estratégico de EE.UU.”.
El viento de cola: dólar débil y commodities fuertes
Otro de los ejes optimistas fue la relación entre el debilitamiento del dólar y la revalorización de los commodities. “Cada vez que el dólar se debilita frente a las monedas desarrolladas, las materias primas tienden a fortalecerse”, explicó Burzaco. Para economías exportadoras como las latinoamericanas, este ciclo puede representar una ventana de oportunidad, en especial si se mantiene la tendencia a favor del petróleo y la energía.
Además, destacó que el llamado “día de la liberación” en EE.UU. —la finalización de ciertas restricciones financieras— trajo efectos positivos sobre las monedas emergentes. El caso del real brasileño, que recuperó valor rápidamente, fue citado como ejemplo de confianza de los mercados.
¿El regreso de los emergentes?
En el plano financiero, el panorama también parece inclinarse hacia los mercados emergentes. Martínez Burzaco presentó un gráfico comparativo entre el S&P 500 y los índices emergentes (con y sin China), mostrando una creciente performance relativa de estos últimos. Esta tendencia responde a lo que el mercado llama escenario “Goldilocks”: una desaceleración global sin llegar a recesión, que favorece a activos de mayor riesgo y rendimiento, como los emergentes.
El diferencial fiscal también juega a favor. Mientras las economías desarrolladas exhiben déficits fiscales promedio de 5% del PBI (Estados Unidos llega al 7%), los emergentes mantienen desequilibrios cercanos al 3%. Esto, sumado a una menor dependencia del financiamiento externo y ratios de deuda más saludables (en general por debajo del 100% del PBI), otorga mayor solidez a sus fundamentos.
¿Hora de la revancha bursátil?
El cierre estuvo marcado por una lectura contracorriente: luego de 15 años de sobreperformance del mercado accionario estadounidense frente a los emergentes, la lógica económica invita a esperar una reversión a la media. “Hoy, en términos relativos, las probabilidades favorecen a los emergentes”, sentenció Burzaco. Pero advirtió que no es un camino para todos los estómagos: la volatilidad seguirá presente, y el riesgo, aunque con premio potencial, no desaparece.
La exposición de Diego Martínez Burzaco fue un llamado a repensar el lugar de América Latina en el nuevo orden global. Entre tensiones geopolíticas, incertidumbre económica y cambios estructurales, los países emergentes tienen, por primera vez en mucho tiempo, una oportunidad de capitalizar su posición. La cuestión es si sabrán hacerlo.