Trump choca con la Justicia por la FED: frenaron la destitución de Lisa Cook
Una jueza le puso un freno a la Casa Blanca y la pulseada abre un frente inédito: hasta dónde llega el poder del presidente sobre el banco central.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Donald Trump se topó con un obstáculo inesperado en su intento de echar a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook. Un fallo preliminar de la jueza Jia Cobb determinó que las acusaciones de fraude hipotecario que arrastra Cook, previas a su llegada a la Fed en 2022, no alcanzan para justificar su despido.
La resolución dejó en claro que Trump no puede removerla sin demostrar problemas en su gestión actual. El golpe es político y jurídico: nunca antes un presidente de EE.UU. había intentado echar a un gobernador de la Fed, y la ley que regula al organismo recién empieza a ponerse a prueba en los tribunales.
Mientras tanto, el tablero financiero tiembla. La Casa Blanca insiste en que Cook fue “legalmente destituida” y que el fallo “no será la última palabra”. En los pasillos del gobierno ya descuentan que el caso terminará en la Corte Suprema. En paralelo, la Fed sigue en su laberinto: en septiembre debería anunciar un recorte de tasas, pero con un clima de máxima tensión entre la política y la independencia institucional.
La pulseada, más allá de lo técnico, refleja el choque entre un Trump apurado por bajar tasas a toda costa y una Fed que intenta sostener su autonomía. Y mientras tanto, los mercados miran de reojo: dólar, tasas y reservas se convierten en rehenes de la pelea.
Ahora bien, más allá del fallo que le dio aire, Lisa Cook no juega un papel neutral. Su historial de declaraciones la muestra como una funcionaria más alineada con el ala progresista que con una conducción estrictamente técnica. Eso genera ruido en Wall Street y abre la puerta a sospechas de que no siempre mide con la vara de la independencia.
Además, si bien se presenta como víctima de un ataque político, Cook todavía no aclaró de manera contundente las dudas sobre sus hipotecas. Puede que la Justicia termine dándole la razón, pero la credibilidad de la Fed también se juega en la transparencia de sus miembros. Y ahí, la gobernadora sigue debiendo explicaciones claras
