Pablo Lavigne en la Expo EFI: “Sin importar, no se puede exportar”
El secretario de Coordinación de Producción defendió una apertura económica basada en la estabilidad macro y la inversión en capital. También apuntó contra las distorsiones del modelo anterior.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Durante su exposición en la Expo EFI, Pablo Lavigne, actual secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía argentino, delineó con firmeza el rumbo que el Gobierno nacional busca darle a la economía productiva del país. En un discurso que combinó diagnóstico crudo con lineamientos estratégicos, Lavigne dejó en claro que la prioridad es lograr una estabilidad macroeconómica que permita empujar a los sectores desde una lógica de oferta y no desde intervenciones puntuales o beneficios sectoriales como en el pasado.
“Estamos esperando que la mejora macroeconómica sea el determinante del empuje sectorial particular”, afirmó. Para Lavigne, el modelo tradicional argentino, basado en prebendas y regulaciones a medida, generó distorsiones que terminaron perjudicando al conjunto. Puso como ejemplo el régimen de SIRA del gobierno anterior, que provocó sobreprecios en las importaciones y frenó la competitividad.
Uno de los conceptos más repetidos durante su presentación fue la necesidad de abrir la economía al mundo. “Argentina es la economía más cerrada del mundo”, sentenció, y explicó que esta característica atenta contra la capacidad exportadora del país: “Sin importar, no se puede exportar”.
El funcionario sostuvo que Argentina no tiene escala ni infraestructura para producir insumos tecnológicos o industriales de forma competitiva. “Tenemos una sola fábrica de aluminio, una de plásticos… no podemos hacer todo solos”, dijo, al tiempo que defendió la integración a las cadenas globales de valor y la reciente liberación del comercio de bienes usados.
Otro eje central fue la urgencia de invertir en capital. Según Lavigne, la maquinaria y la infraestructura productiva en muchos sectores tiene más de 20 años de antigüedad. “El stock de capital en Argentina es muy bajo. Necesitamos modernizarlo para poder crecer”, subrayó. Por eso, consideró fundamental fomentar las importaciones de bienes de capital con reglas claras, apertura comercial y un tipo de cambio libre.
Lavigne también puso el foco en sectores clave que pueden ser motores del desarrollo: el agro, al que calificó como “un gran tractor” por sus ventajas naturales, y la economía del conocimiento, que en 2023 alcanzó un récord de exportaciones. “Este sector no solo genera dólares, también emplea mano de obra calificada, algo que necesitamos más que nunca”, afirmó.
Como cierre, reafirmó que la apuesta oficial es un país macroestable, abierto al mundo, con energía barata y reglas claras. “Invertir va a ser rentable con márgenes más chicos. Eso es sano. La Argentina del futuro no va a ser para los vivos del margen alto, sino para los que produzcan en serio”, concluyó.
