Morgan Stanley predice una gran caída de la inflación argentina en 2025
El reconocido banco estadounidense cree que la situación inflacionaria tenderá a bajar drásticamente durante el próximo año.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El último informe de Morgan Stanley ajustó a la baja el pronóstico de inflación y mejoró las expectativas de crecimiento económico para el próximo año en Argentina. Ahora, la inflación esperada es menor al 30%, lo que contrasta fuertemente con la previsión del FMI, que la sitúa en 45%.
Según la actualización del informe “Key Economic Forecast”, el año que viene la inflación acumulada en el país será del 28,8%. Este pronóstico mejora las proyecciones del informe de marzo pasado, cuando Morgan Stanley estimaba un IPC del 31,6%. Además, según la nueva previsión, el PBI argentino crecerá un 4,4% el próximo año, frente al 3,6% que se había estimado anteriormente.
Por otro lado, el gigante financiero también ajustó sus proyecciones para el cierre del año en curso en Argentina: la inflación acumulada en 2024 será del 122%, comparado con el 207,7% que se había estimado en marzo.
Otra corrección de Morgan Stanley indica que, para finales de 2024, el PBI caerá un -3,6%. En marzo, el mismo informe había indicado una caída del -3,3%, lo que significa que las expectativas empeoraron.
En cuanto al dólar, Morgan Stanley pronosticó que para 2024 el tipo de cambio oficial será de $1207 pesos, en línea con la devaluación oficial del 2% prevista por el gobierno. Para 2025, estimó el dólar oficial en $1623 pesos.
Morgan Stanley también analizó la nueva política monetaria y ofreció una perspectiva diferente al consenso del mercado respecto al atraso cambiario y la inflación. Según la entidad, un ajuste del tipo de cambio oficial en esta etapa del programa podría arriesgar el proceso de desinflación. “No estamos a favor de un ajuste cambiario en esta etapa, ya que la relación costo-beneficio puede no ser atractiva y podría reavivar la inflación”, opinó la entidad.
El informe también destacó la migración de la deuda del Banco Central al Tesoro y el hecho de que a partir de ahora los intereses se deben afrontar con superávit fiscal. “Esto es claramente positivo”, remarcaron.