La producción manufacturera estadounidense se estancó en septiembre
El uso de capacidad instalada en el sector industrial se mantuvo en 75,9%, mientras que en manufactura el nivel operado fue de 75,5%, ambos valores situados por debajo de sus promedios históricos.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
La producción manufacturera en Estados Unidos se mantuvo sin cambios en septiembre de 2025, evidenciando las dificultades que enfrenta el sector ante persistentes tensiones comerciales. La salida de datos de la Reserva Federal (Fed) indicó que la producción fabril no registró variaciones respecto al mes anterior, tras el leve aumento de 0,1% observado en agosto.
Aun así, en términos interanuales la producción creció un 1,5%, lo que ofrece un matiz moderadamente positivo. Pero cuando se mira la performance del trimestre completo (julio-septiembre), el ritmo de crecimiento se desaceleró: el aumento anualizado fue de tan solo 1,3%, frente al 2,4% del trimestre anterior.
El informe desagregado mostró presiones en varios segmentos clave. La producción de vehículos y autopartes cayó 2,2% en septiembre, mientras que los bienes duraderos apenas creció un 0,1%. En cambio, la producción de bienes no duraderos sufrió una leve caída de 0,1%. A su vez, la minería no registró cambios, y el segmento de servicios públicos se recuperó con un alza de 1,1%, luego de un descenso significativo en agosto.
El uso de capacidad instalada en el sector industrial se mantuvo en 75,9%, mientras que en manufactura el nivel operado fue de 75,5%, ambos valores situados por debajo de sus promedios históricos.
Este estancamiento ocurre en un contexto de crecientes aranceles sobre importaciones, que siguen afectando las cadenas de valor y elevando los costos. Muchos fabricantes han señalado que este escenario limita su competitividad y frena el repunte del sector.
Además, encuestas recientes como la del Institute for Supply Management (ISM) mostraron que las órdenes nuevas siguen débiles y que el empleo en fábricas continúa deprimido, lo que refuerza la visión de un sector bajo presión.
