Facundo Gómez Minujín: "Argentina camina en la dirección correcta, pero necesita reformas estructurales"
Facundo Gómez Minujín, presidente de JP Morgan para la región, analizó la situación económica actual en la cual advierte que sin reformas profundas no habrá un crecimiento a largo plazo.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Durante su paso por la Expo EFI, Facundo Gómez Minujín, presidente de JP Morgan para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, brindó una mirada crítica pero esperanzadora sobre la economía argentina y su inserción en el contexto internacional. “Argentina viene de décadas de decadencia y de una situación casi de concurso preventivo”, lanzó sin rodeos, al referirse al punto de partida del gobierno de Javier Milei.
Según el banquero, el país está actualmente en una tercera etapa que define como de estabilización, luego de haber enfrentado “un problema enorme de liquidez, al borde de una hiperinflación y con un sistema financiero que se caía”. Valoró que en este último año y medio el Ejecutivo se haya enfocado en “reordenar la macroeconomía y el Banco Central”, pero remarcó que aún no se han hecho las reformas necesarias para garantizar un crecimiento sostenido.
Entre las transformaciones urgentes que mencionó, destacó la reforma previsional, la laboral y la impositiva: “La mitad del costo previsional son jubilaciones de privilegio. El sistema hay que modificarlo por completo. Y el régimen laboral e impositivo también, porque las empresas necesitan que les bajen los impuestos para poder competir”.
Gómez Minujín graficó el problema con un ejemplo contundente: “Hoy la hamburguesa Big Mac en Argentina está entre las más caras del mundo. Pero si le sacamos los impuestos, cae a los niveles más bajos. La incidencia impositiva es impresionante”.
En cuanto al panorama político y su impacto en las inversiones, aseguró que los capitales externos están en pausa hasta ver qué sucede en las elecciones de octubre. “Los inversores están mirando si Milei gana o no. Algunos necesitan dos mandatos para convencerse. Argentina viene de crisis en crisis. Queremos ver si el próximo gobierno tendrá la posibilidad de hacer las reformas necesarias”.
También se refirió al escepticismo interno, un obstáculo no menor para el despegue: “Los propios argentinos no estamos cien por ciento convencidos del rumbo. Hay 350 mil millones de dólares fuera del sistema financiero. Esa es una muestra clara”.
Por otro lado, analizó la situación de Estados Unidos bajo el prisma de Donald Trump. Señaló que la institucionalidad del país en su primera presidencia le impidió avanzar con ciertas reformas, pero ahora, según su visión, “está logrando mover el dial”. Esto, afirmó, generó una percepción de que EE.UU. está dejando de ser un país desarrollado para parecerse más a un mercado emergente.
“El problema de Estados Unidos no se resuelve con tarifas, sino con una revisión profunda de su estructura de costos. Tiene un costo laboral altísimo y está en un proceso de decadencia”, señaló. No obstante, valoró el rol de las universidades como motor del crecimiento: “Son un pilar del desarrollo estadounidense. Allí se produce investigación, innovación y se forman profesionales brillantes”.
Finalmente, volvió a poner el foco en la Argentina: “Tenemos una pobreza del 40%. Y para bajarla al 20% se necesitan diez años creciendo al 5% anual. Ningún país con esa pobreza es sostenible en el tiempo. Esa es la magnitud del desafío que tenemos por delante”.