El Gobierno intentará que diarios, revistas y medios digitales paguen IVA desde 2026

El nuevo Presupuesto propone eliminar la exención impositiva que hoy tienen las publicaciones impresas y digitales. La medida apunta a ampliar la base tributaria, aunque incluye beneficios para la industria editorial y televisiva.

Por redacción

Hace 1 hora

El proyecto de Presupuesto 2026 trae una novedad que no pasó desapercibida: el Gobierno busca que diarios, revistas y publicaciones digitales dejen de estar exentos del IVA. En criollo, significa que tanto los ejemplares en papel como las suscripciones online pasarían a pagar el impuesto como cualquier otro producto o servicio. La movida alcanzaría a toda la cadena, desde la imprenta hasta la distribución.

 

El plan también prevé que las empresas de medios puedan computar como crédito fiscal las contribuciones patronales que pagan por sus empleados. Esto incluye a canales de TV abierta, cable, radios y portales digitales. De esa manera, parte del costo impositivo se compensaría con los aportes al sistema previsional.

 

Además, para los que producen directamente diarios, revistas y publicaciones digitales, el texto habilita pedir la devolución de los saldos técnicos del IVA. ¿Qué significa? Que si tienen más créditos fiscales que débitos, van a poder reclamar esa diferencia, como si se tratara de una exportación. Algo que, en la práctica, les daría cierto respiro financiero.

 

El único sector que conservaría la exención plena serían las editoriales de libros y folletos, bajo la lógica de seguir protegiendo a la industria cultural. En paralelo, el proyecto marca que, cuando una empresa tenga varias actividades, deberá prorratear los sueldos de los trabajadores para que solo se compute como crédito lo que corresponda a las tareas beneficiadas.

Claro que todo esto depende del Congreso: si la ley se aprueba, el nuevo esquema regirá desde el mes siguiente a su publicación en el Boletín Oficial. Hasta entonces, seguirá vigente la exención actual.

 

Desde la Casa Rosada justifican la medida como parte de un cambio más amplio: ampliar la base tributaria para que el sistema sea más parejo y no queden sectores privilegiados. El argumento es que los diarios y portales digitales ya no son un “bien esencial” subsidiado por el Estado, sino que deben competir en igualdad de condiciones con el resto de la economía.

 

Al mismo tiempo, el Gobierno recalca que no busca asfixiar a los medios, sino ordenar el esquema impositivo. Con los beneficios para patronales y devoluciones de créditos, se apunta a que las empresas puedan absorber el impacto sin trasladarlo de lleno a precios. En Balcarce 50 lo dicen claro: “La idea no es castigar al periodismo, sino sincerar las cuentas y hacer un sistema más transparente”.
 

 

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